Fui al final a ver esta película.
Cuenta cinco historias vinculadas a la mafia. Pero no es un filme de mafiosos al estilo Caracortada o El Padrino, esta mafia es mucho más berreta, no hay ricos, viven como gente de clase baja, y son la muestra en celuloide de que el crimen no paga.
La Nápoles que muestra parece una ciudad pobre del tercer mundo, con edificios de departamentos muy grandes, superpoblados de gente marginal, donde nada luce bien, todo es viejo y descascarado.
Es bastante deprimente en lo visual.
La gente, y los mafiosos en general visten mal, como si fuesen marginales, son prendas berretas, desprolijas de mala calidad. Como a tono con el aspecto rústico que exhiben los protagonistas.
Si ustedes ven algo en la RAI, verán que parece que sólo saben hacer un tipo de programas, megaespectáculos con canto y entrevistas, donde los conductores varones son feos y viejos y las mujeres espectaculares y como de otro planeta. En esta película están los primeros y no hay de lo segundo.
Además el director enfoca mucho en primer plano y los protagonistas son italianos narigones, pelados, barbudos, gritones y feos como pocos ... eso da una sensación de opresión e incomodidad.
No es un filme de acción, tampoco es muy atrapante pues cuenta 5 historias separadas, todas vinculadas a la Camorra.
Por un lado la de los dos jóvenes ladrones que quieren ser independientes, no formar parte de la mafia, y andan robando al que pueden, son los están en el cartel.
Por otro un modisto que falsifica prendas de alta costura en forma industrial. También hay un mafioso que se hace cargo de la basura industrial por dinero, y envenena lo que sea sin escrúpulos. Un adolescente que entra en la mafia. Y la última es la historia de un cajero, una persona madura que paga a los que trabajan para "el sistema", recorre el barrio abonando a los que son aliados.
Al ser cinco historias que se van contando de a partes y no vinculadas no es atrapante, no hay gran suspenso.
Lo más interesante me resultó ver esa decadente cultura mafiosa, que hace ver a los raperos norteamericanos como embajadores del buen gusto y la higiene.
No hay muchos tiros pero suenan feo, impactantes, asustan ...
Otra cosa llamativa es que es una visión casi exclusiva del lado mafioso, los policías apenas aparecen. Los enfrentamientos son entre clanes y no con los uniformados.
No es un peliculón, tampoco apesta pues es original.
Le doy
6,5 yenes.
Había momentos en lo que no entendía, parecía que no hablaban italiano, y gracias a la nota
Gomorra: la Camorra sin glamour me enteré que usaban también un dialecto napolitano.
Si quieren saber más sobre el filme les recomiendo ese artículo de la Revista Ñ.