Geralt de Rivia, Literatura para fantásticos.

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Yenki
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Mensaje por Yenki » Lun Ago 13, 2012 2:36 pm

Sobre Andrzej Sapkowski

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El polaco empezó a escribir a los 40 años, hoy tiene unos 64.
En 1986 se publicó el primer cuento, "El brujo", el relato inicial del posterior libro El último deseo.
Sus historias iban apareciendo separadas en la revista polaca Fantastyka.
Luego estos cuentos fueron recopilados en los dos primeros libros.

El tercero, La sangre de los elfos, es por lo tanto el primero que tiene un sólo relato, no son historias separadas.


Tengo entendido que usted se dedicó a asuntos de comercio internacional hasta alcanzar una edad relativamente alta para un escritor novel. ¿Cuándo empezó usted a escribir?

En 1985 escribí el primer cuento, y en 1986 se publicó: "El brujo". Desde hace unos diez años soy escritor a tiempo completo.

La idea de hacer una saga con el personaje de Geralt surgió antes o después de empezar a escribir los relatos?

No. Primero escribí los cuentos, a razón de uno o dos al año. Los publiqué en revistas porque ningún editor polaco quería publicar autores polacos (eso cambió cuando El último deseo se convirtió en un éxito). Aprovechando el éxito, quise hacer en la fantasía polaca lo típico en fantasía: una saga. Aunque incluso entonces sabía que sería una historia con un final. Como una novela, pero un poco más larga.
¿Los monstruos que aparecen en "El último deseo" (enhorabuena, es un libro excelente) son fruto de su imaginación, son criaturas legendarias de la mitología polaca...?

Usé tres tipos de criaturas en mis libros: primero, los que existen en alguna mitología o demonología de cualquier parte del mundo; segundo, los que inventé completamente en nombre, hábitat y comportamiento: y tercero, los que inventé, pero cuyo nombre saqué de la terminología para referirse a los insectos (que suena bastante monstruosa). La mayor parte de la gente no sabe que son nombres de insectos...
Ya he leído El último deseo y me encanta ese tono cínico y crepuscular del mundo que describe. Enhorabuena. ¿Seguirá escribiendo fantasía en el futuro? ¿Qué está escribiendo ahora?

La saga de Geralt de Rivia está concluida en el séptimo libro: es el final de la historia, y no haré secuelas ni precuelas. Y ahora estoy escribiendo una trilogía de fantasía histórica: el primer volumen acaba de aparecer en Polonia.
Citas de esta entrevista del 2002.


Llamativamente, ha sido bastante traducido al ruso, checo y español, pero no al inglés.

Yenki
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Mensaje por Yenki » Dom Ago 26, 2012 1:07 am

La sangre de los elfos (Libro III de la saga)

Este es el primer libro donde la historia principal es única, no hay relatos separados como en los dos previos. Son 253 páginas.

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Como ven en la edición de Alamut el que aparece en la portada es el bardo Jaskier.

Los personajes conocidos vuelven a ser los protagonistas, y también se agregan otros nuevos.
La trama se mucho más global, abarca muchos reinos y regiones y por eso es muy importante tener un mapa a mano.


El seguir la crianza de Ciri deja que Sapkowski nos cuente mucho más del mundo.
De su pasado en manos de los inhumanos como gnomos y elfos, y de su presente dominado por una decena de reyes humanos, cuyos dominios se extienden sobre tierras que antes eran de otros.
Sapkowski muestra a la humanidad como monárquica, abusiva , discriminadora, contaminante, cruel e insensible.
También deja conocer cómo es la relación con los elfos y enanos que conviven con los humanos, distante clasista, racista, y con poca integración entre razas. Además hay mestizos.

Ahora la realidad política de los reinos va a pesar en la trama.
Si en los libros iniciales las aventuras tenían que ver con un hecho puntual en un determinado lugar, ahora de lo que se habla es del futuro de esta cultura basada en el dominio humano.

El universo conocido es dividido en dos , al norte del río Yaruga, está todo lo recorrido y donde se han ido llevando a cabo las aventuras previas.
En los reinos han empezado a aparecer inhumanos rebeldes, (elfos y enanos), que combaten como guerrilleros y buscan liberarse de los reyes humanos.

Al sur de ese río es dominio de Nilfgaard, un imperio poderoso en lo militar y comercial que en su expansión bélica arrasó y ocupó el reino de Cintra. Donde Ciri es heredera del trono.

Sapkowski hace de la niña de pelo color ceniza y ojos verdes el personaje más querible del libro.
Y describe su iniciación en la adolescencia con realismo poco visto, donde aunque tangencialmente toca temas como los problemas que le trae su período para entrenar, o sus preocupaciones por la pérdida de la virginidad. Además muestra como la adolescente, siempre bajo el ala de Geralt, lucha para superar su traumático pasado. Eso no se ve habitualmente y la hacen mucho más real.
Ciri es triplemente única, por su sangre real, por su entrenamiento , que recibe, el primero en la historia para una niña; y por su vínculo innato y no elegido con la magia.
La clave de este libro es mantenerla oculta.

Para ayudar a los brujos en la educación de Ciri, llega otra hechicera, más joven, menos poderosa y mucho más humana que Yennefer, su amiga, Triss Merigold.
Acá abajo en la versión de los muchachos de CD Projekt Red para el juego The Witcher a la izquierda, y en la del ilustrador de las tapas de Alamut a la derecha:

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¿Sabían que la creación de Sapkowski llegó a Playboy en Polonia? Prueba uno, dos y , sin texto, tres
Es la chica del juego, de hecho en las novelas la sensual es Yennefer, todas son bellas pues su aspecto real no se conoce, ellas lucen bien por la magia.
En realidad Triss estuvo en una batalla histórica, enorme, y fue muy herida, por más que la curaron lo que pudieron con magia, pero quedó afectada y no usa escotes.
En realidad aunque en los juegos la ponen como pelirroja, en los libros dicen que su pelo es castaño



Los personajes más poderosos del juego son los hechiceros, por lejos, pueden transmutarse, teletransportarse y hasta crear vida con su magia.
Tienen tanto peso que hasta forman un Consejo que asesora a los reyes humanos y son también un factor de poder importante en el gobierno.

En una de las portadas en polaco de este tercer libro aparece el caballero negro de casco alado que ve Ciri en sus pesadillas.

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Al titularse "La Sangre de los elfos" yo esperaba una batalla grande entre los rebeldes arqueros de los bosques y las tropas humanas.
Le erré no hay batalla colosal.

Es más no sé si es justo calificar al libro como una novela, su final es abierto, la trama no termina, es como si fuese una introducción a lo que sigue.
Dicho de otra manera, no tiene sentido tener el tercer libro sin conseguir el cuarto.

De ninguna manera la lectura es aburrida, pues el polaco va presentando conflictos secundarios a la historia de Ciri.
Hay un poco menos de monstruos pero sí combate, persecusiones y peleas a espadazos. El relato entretiene y atrapa.


Creo que merece 8 yenes.







Actualizo 30-9-2012 : con este tercer libro lo que hace Sapkowski es iniciar una historia muy larga, los títulos de ahora en más no son novelas independientes, hay un gran relato troncal que empieza en "La sangre de los elfos" y termina en el octavo volumen "La dama del lago".
Básicamente , si uno se compra el libro III debería conseguirse hasta el VIII para asegurarse de ver el final que quiso el autor y esto implica leerse unas 1.500 páginas.
En los libros III a VII no hay un final de la atrapante historia de Geralt.
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Mensaje por Yenki » Vie Ago 31, 2012 1:50 am

Por cosas como esta que sigue me gusta Sapkowski , se siente más latino, sus personajes son más humanos.


Kaer Morhen es la escuela de los brujos.
Algo reservado sólo a los varones, y el entrenamiento es tan intenso y las mutaciones tan exigentes que muchos de los niños aprendices no sobreviven.
Los brujos son grandes, enormes, con la espada, saben un poco de magia apenas, y tienen cierta resistencia a los hechizos, pero su fuerte es el filo del metal.
Como se entrenan para matar a bichos que hacen temblar a pueblos enteros, que ni de a muchos humanos pueden exterminar, si se enojan y pelean con gente normal incluso con soldados, son dignos de temor.
Son serios y parcos en general, aunque educados, no el tipo de persona que ameniza una reunión.

Geralt lleva a Ciri a Kaer Morhen, allí el más anciano y maestro de los brujos se llama Vesemir. El Lobo Blanco parece ser el segundo en jerarquía, además hay un puñado de experimentados.
Eskel el más caballeroso, Lambert el más amargo, y Coën el más compinche de Ciri.

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Los brujos hacen lo que pueden con la primera niña que entrenan, pero son torpes. Son buenos formando cazadores colosales, no cuidando pibitas de 13 años.

Luego de un tiempo con ellos allí llega Triss Merigold, y si Geralt es lo más parecido a un padre que tiene Ciri, la joven hechicera será lo más similar a una hermana mayor.

En este entorno se da lo que sigue que es tomado de La Sangre de los elfos.


....Querría preguntarte algo. ¿Puedo?
—Puedes.
—Si sabes de magia y de conjuros... Si sabes hacer encantamientos... ¿Podrías hacer de tal modo que me convirtiera en niño?
—No —respondió Triss con un tono helado—. No podría.
—Humm —se entristeció a todas luces la pequeña bruja—. ¿Podrías por lo menos...?
—Por lo menos, ¿qué?
—¿Podrías hacer algo para que no tuviera...? —Ciri se cubrió de rubor—. Te lo diré al oído.
—Di. —Triss se agachó—. Te escucho.
Ciri, enrojeciendo aún más, acercó su rostro a los cabellos castaños de la hechicera.
Triss se enderezó violentamente, sus ojos echaban chispas.
—¿Hoy? ¿Ahora?
—Ajá.
—¡Puta y maldita mierda! —gritó la hechicera y dio una patada a la mesita de tal modo que del ímpetu fue a estrellarse contra la puerta y derribó la piel de rata—.
¡Pestes, viruelas y lepras! ¡Yo los mato a estos malditos idiotas!


—Tranquilízate, Merigold —dijo Lambert—. Te excitas sin motivo alguno y no es saludable.
—¡No me des lecciones! ¡Y deja de dirigirte a mí como "Merigold"! Y lo mejor será que te calles del todo. No estoy hablando contigo. Vesemir, Geralt, ¿acaso alguno de vosotros ha visto lo monstruosamente torturada que está esta muchacha? ¡No tiene en el cuerpo ni un sólo pedazo sano!
—Niña —dijo con aire serio Vesemir—. No te dejes llevar por las emociones. Tú te educaste de otra manera, has visto otro tipo de educación de los niños. Ciri procede del sur, allá se educa de otro modo a las muchachas y los mozuelos, sin diferencia alguna, como entre los elfos. Con cinco años la montaron en un poni, con ocho cabalgaba ya en las monterías. Le enseñaron a usar el arco, la lanza y la espada. Un cardenal no es nada nuevo para Ciri...
—No me cuentes estupideces. —Triss se enderezó—. No os hagáis los tontos. Esto no es un poni, ni un paseo a caballo, ni un cortejo de trineos. ¡Esto es Kaer Morhen! En estos vuestros molinos y péndulos, en vuestro Matadero, se han roto huesos y destrozado costillas decenas de muchachos, diestros y duros vagabundos, parecidos a vosotros, recogidos por los caminos y sacados de las cloacas, bribones y pícaros de manos fibrosas y con no poca experiencia en sus cortas vidas. ¿Qué oportunidad tiene Ciri? Incluso educada en el sur, incluso a la elfo, incluso bajo mano de tal sargentona como la Leona Calanthe, esta pequeña era y siempre ha sido princesa. Piel delicada, complexión menuda, huesos ligeros... ¡Es una niña!
¿Qué queréis hacer de ella? ¿Una bruja?
—Esta muchacha —habló Geralt con voz baja y serena—, esta delicada y menuda princesita, sobrevivió a la matanza de Cintra.
Dejada a su suerte logró atravesar las cohortes de Nilfgaard.
Fue capaz de evitar a los desertores que pululaban por las aldeas, que robaban y mataban a todo lo que se moviera. Sobrevivió dos semanas en los bosques de los Tras Ríos, completamente sola. Vagabundeó durante un mes con un grupo de refugiados bregando con tantas dificultades como todos ellos y como todos ellos pasó hambre. Casi medio año trabajó en el campo y con los aperos, acogida por una familia de campesinos. Créeme, Triss, la vida le ha dado experiencia, la ha adiestrado y endurecido no menos que a esos granujas parecidos a nosotros y traídos a Kaer Morhen desde los caminos. Ciri no es más débil que esos bastardos indeseados y parecidos a nosotros, entregados a los brujos en las tabernas como si fueran gatitos, en cestas de mimbre. ¿Y su sexo? ¿Qué importancia tiene?
—¿Aún lo preguntas? ¿Aún te atreves a preguntar? —gritó la hechicera—. ¿Que qué importancia tiene? ¡Pues tiene, que la muchacha, que no se parece a vosotros, está justamente con sus días! ¡Y lo pasa xtraordinariamente mal! ¡Y vosotros queréis que eche las tripas en el Matadero y en no sé qué malditos molinos!
Aunque enfurecida, Triss sintió una gozosa satisfacción a la vista de los gestos de estupefacción de los brujos jóvenes y de la repentina caída de la mandíbula inferior de Vesemir.
—Ni siquiera lo sabíais —agitó la cabeza en una recriminación más serena, más preocupada y dulce—. Tutores de mala muerte. A ella le da vergüenza hablaros de ello porque le enseñaron que de estas cosas no se les habla a los hombres. Y se avergüenza de su debilidad, de su dolor, de que es menos diestra. ¿Acaso alguno de vosotros ha pensado en ello? ¿Os habéis interesado por ello? ¿Habéis intentado averiguar qué es lo que le pasaba?
¿O puede que ella sangrara por primera vez aquí, en Kaer Morhen? ¿Y ha llorado por las noches, sin encontrar en nadie compasión, consuelo, Siquiera comprensión? ¿Acaso a alguno de vosotros se le ha ocurrido pensar en esto?
—Déjalo, Triss —gimió Geralt en voz baja—. Basta ya. Has alcanzado lo que querías alcanzar. Y puede que más de lo que querías.
—Así se nos lleve el diablo —maldijo Coën—. Como buenos tontos nos hemos portado, no hay nada que decir. Eh, Vesemir, que tú...
—Calla —ladró el viejo brujo—. No digas nada.
Eskel se comportó de una forma como mínimo inesperada, se levantó, se acercó a la hechicera, inclinándose hasta muy abajo, le tomó la mano y la besó con respeto. Ella retiró rápidamente la mano. No para demostrar enfado o irritación, sino para interrumpir la agradable vibración que la atravesaba de parte a parte, producida por el contacto con el brujo. Eskel producía una fuerte emanación. Más fuerte que Geralt.
—Triss —dijo con turbación, mientras se tocaba la terrible cicatriz de la mejilla—. Ayúdanos. Te lo pedimos. Ayúdanos, Triss.
La hechicera le miró a los ojos, apretó la boca.
—¿A qué? ¿A qué tengo que ayudaros, Eskel?
Eskel se tocó de nuevo la cicatriz, miró a Geralt. El brujo de cabello blanco bajó la cabeza, cubrió sus ojos con la mano.
Vesemir carraspeó sonoramente.
En aquel momento chirriaron las puertas, Ciri entró a la sala. El carraspeo de Vesemir se transformó en algo como una especie de ronco y sonoro suspiro. Lambert abrió la boca. Triss ahogó una risa.
Ciri, con el pelo cortado y peinado, anduvo hacia ellos a pequeños pasos, llevando cautelosamente un vestido azul oscuro, arreglado y ajustado, pero aún con huellas de haber sido llevado en las alforjas. En el cuello de la muchacha brillaba otro regalo de la hechicera: un viborezno negro de piel lacada con ojos de rubí y montada en un imperdible de oro.
Ciri se detuvo ante Vesemir. Sin saber muy bien qué hacer con las manos, metió los pulgares en el cinturón.
—Hoy no puedo entrenar —recitó lenta y claramente, en un silencio absoluto—, o sea estoy... estoy...
Miró a la hechicera. Triss murmuró algo, con una mueca de pilluelo satisfecho de su travesura, movió los labios, musitando la frase convenida.
—¡Indispuesta! —terminó Ciri orgullosa y sonoramente, alzando la nariz casi hasta el techo.
Vesemir carraspeó de nuevo. Pero Eskel, el querido Eskel, no perdió la cabeza, una vez mas se comportó como había que hacerlo.
—Por supuesto —dijo con desenvoltura, mientras sonreía—. Es comprensible, está claro que postergamos los ejercicios hasta el momento en que termine la indisposición. Las lecciones teóricas las acortaremos y, si te sintieras mal, también éstas las pospondremos. Si necesitas medicamentos o...
—De esto me ocuparé yo —interrumpió Triss, también con naturalidad.
—Ajá... —Sólo ahora Ciri se ruborizó ligeramente, miró al viejo brujo—. Tío Vesemir, he pedido a Triss... Es decir, a la señorita Merigold, que... O sea... Bueno, que se quedara con nosotros. Más tiempo. Mucho tiempo. Pero ella respondió que, o sea, tú tenías que otorgar tu consentimiento. ¡Tío Vesemir! ¡Otórgalo!
—Consiento... —gargajeó Vesemir—. Por supuesto que consiento...
—Nos alegramos mucho. —Geralt por fin retiró la mano de la frente—. Nos gusta muchísimo, Triss.
La hechicera agitó levemente la cabeza en su dirección y movió las pestañas inocentemente, retorciendo entre sus dedos un rizo castaño. Geralt adoptó una expresión como de piedra.
—Muy bien hiciste y con mucha cortesía actuaste, Ciri — dijo—, al proponer a la señorita Merigold una estancia más larga en Kaer Morhen. Estoy orgulloso de ti.
Ciri enrojeció, su rostro se pobló con una amplia sonrisa. La hechicera le dio la siguiente señal convenida.
—Y ahora —dijo la muchacha, levantando la nariz aún más—, os dejaré solos porque seguramente querréis hablar con Triss de asuntos importantes. Señorita Merigold, tío Vesemir, señores... Me despido. De momento.
Hizo una reverencia de agradecimiento, después de lo cual salió de la sala, pisando lenta y graciosamente los escalones.
—Joder —cortó el silencio Lambert—. Y pensar que no creía que fuera de verdad una princesa.
—¿Lo habéis pillado, mentecatos? —Vesemir miró a su alrededor. Si por la mañana se pone el vestido... Ni un puñetero ejercicio... ¿Entendido?
Eskel y Coën obsequiaron al vejete con una mirada por completo ausente de todo respeto. Lambert rebufó abiertamente. Geralt miró a la hechicera y la hechicera sonrió.
—Gracias —dijo—. Gracias, Triss.

¿Donde vieron una escena así de algún autor inglés?


Hay varias cosas que surgen de esto que puse.
Ciri entrena con tantas ganas que estaría dispuesta a cambiar de sexo para ser mejor aprendiz de bruja.
La jovencita de ojos verdes y pelo ceniciento ... ¡le dice tío al Brujo Mayor!!!, (es claro que se ganó su estima)
Triss tiene un grado grande de confianza con los cazadores de bichos por como les habla.
Los brujos están más incómodos ante temas femeninos, Geralt se tapa la cara, que matando monstruos acuáticos.
Los Brujos necesitan algo de Triss... pero tanto no voy a contar. :D
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Mensaje por Yenki » Lun Oct 01, 2012 1:33 am

Tiempo de odio (Libro IV de la saga)

Tiene 254 páginas en la edición de Bibliópolis

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En la portada de Alamut está Ciri.



La historia que en el tercer libro quedó trunca sigue acá.

Los hechiceros son un factor de poder importante en la civilización.
Son los personajes más poderosos, es normal que no puedan reproducirse, como los brujos, pero a diferencia de ellos son casi dioses.
Pueden curar con magia a alguien, teletransportar gente, leer el pensamiento de otros humanos, y hasta hablar telepáticamente, también crear objetos y por supuesto hechizar de forma clásica, dejando quieto a alguien o convertirlo en sapo.
Viven mucho, hasta los 100 años se consideran jóvenes.

En esta parte Sapkowski describe bastante la sociedad de los hechiceros.
Por lo que se lee las mujeres son mayoría, hay muchas y el entorno de comunidad que muestra el autor es bastante lamentable.
Ellas son muy frívolas, exhibicionistas de su belleza y sensualidad, no son para nada pudorosas, muy falsas entre ellas, y competitivas.
Las mujeres usan la magia para lucir bellas, y no envejecer.
Además de hermosas son muy sensuales, y no temen mostrar sus atributos físicos. Son lujuriosas, calculadoras, y poco saben de monogamia.
Uno podría pensar que son representación de la sociedad capitalista occidental actual y su veneración vana de la juventud, atractivo físico, y riquezas.
La amistad es la excepción entre las hechiceras.

En este tomo Geralt va a conocer a la realeza del mundo de los hechiceros.


Si en el libro anterior esperaba que corriera "la sangre de los elfos" y no ocurrió, en este corre la sangre de los humanos en la batalla más colosal de la saga hasta el momento.
Un enfrentamiento caótico que se involucra a espías, soldados normales, arqueros, a los protagonistas, y sobre todo a hechiceros.
Los más poderosos magos pelean por su vida con encantamientos que derriten el cemento y hacen temblar la tierra.
Ahí veremos que las frívolas y ostentosas también son corajudas y decididas, no saben de cobardía y pelean a la par de cualquier hombre.

Me gustan las portadas que dicen algo de la historia del libro, las de Bibliópolis en ese aspecto son malas.
En una edición en polaco la que agoniza es Ciri con un unicornio.

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En los dos capítulos finales la novela negra desplaza a la de fantasía épica. El tono cambia totalmente, se oscurece mucho.
En el sexto el sufrimiento abraza por días y sin salida a uno de los protagonistas y lo deja al borde de la locura.
Sapkowski describe el dolor sin parar a través de 24 páginas de infierno.
En el final, el séptimo, se presentan nuevos personajes, una banda de asesinos muy crueles, hay bastante violencia en duelos mano a mano y alusiones a violaciones, todo eso deja un sabor a hiel.


El mundo al norte del río Yaruga arde, las fronteras cambian, los reinos caen, la comunidad de los hechiceros que asesoraba a las monarquías y eran un factor de poder está deshecha.
Los protagonistas nunca estuvieron en peor situación, el finalizar el volumen me dejó con una sensación de angustia considerable.
Quise releer las 60 páginas finales y me costó por lo doloroso del texto.

De nuevo, como en el tercer libro, no hay conclusión alguna, de hecho no se sabe que pasa con todos los protagonistas, el libro acaba pero no la historia.

Para mí merece 7,5 yenes.


Comprar el tercer libro sin tener el cuarto (Tiempo de Odio), y el quinto (Bautismo de fuego) no tiene sentido pues la historia no concluye.
Queda amputada y el lector... sangrando.

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Mensaje por punisher » Lun Oct 01, 2012 2:45 pm

Increíble el enganche que tenés con esta saga de libros, Yen!!! :o
Me alegra saber que te está gustando... :lol:
Por mi parte hace un tiempo que no leo nada, tengo la cabeza en otro lado; hace cosa de 1 mes, me mudé y lo gracioso fué cuando tuve que ponerme a guardar mis libros...hice un conteo total de los que tenía en mi poder (sin contar los que había prestado) y tengo la suma de 78 libros :lol:
De momento duermen en mochilas en el garaje de mi cuñada....algún día los sacaré de su letargo.

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Mensaje por Yenki » Mar Oct 02, 2012 1:41 am

Sí, Puni me agradó mucho.
La estoy disfrutando bastante y por ello te agradezco tu recomendación.

Ya termino el anteúltimo libro.
Pero te comento que tengo un miedo muy grande de que Sapkowski me jorobe la vida con un final que no esté a la altura de lo que espero.
De que haga que algún personaje tenga actitudes que no estén en concordancia con lo que hizo en la saga, de algún giro sin sentido ni justificación.

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Me agrada mucho del polaco su versatilidad, si quiere es cálido en sus descripciones y si quiere un guacho cruel que hace sufrir al lector.
Más de una vez me sorprendí riendo solo en la noche, y considero que hacer reír de lo más difícil de la escritura.
Tiene un estilo más realista de contar las historias que las hace más creíbles. Su mundo es de fantasía pero no es Disneylandia.

Igual hasta ahora el viaje por los 7 libros que llevo ha sido muy disfrutable.
:wink: :D

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Mensaje por Yenki » Lun Oct 08, 2012 2:46 am

Bautismo de fuego (Libro V de la saga)

Son 256 páginas en el tomo de Bibliópolis.
En la edición de Alamut la de la portada es María Barring, la arquera humana de mortífera precisión, tosca, bella, malhumorada y franca, a la que las dríadas apodaron Milva.
Muy buena elección pues ella es una de las que más participa en esta parte.

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El corazón del brujo late por dos personas.
Él va en búsqueda de una de ellas a pesar que sospecha que está en el confín del mundo conocido y no sabe exactamente dónde.
Hay guerra todo alrededor, Nilfgaard, el poderoso imperio sureño, ataca los reinos al norte del río Yaruga ... y va ganando.

El brujo debe cruzar los campos de batalla en medio de las confrontaciones que son muy cruentas y sin piedad.
Lo normal sería huir del caos y peligro que implica la guerra, pero su tozudez y sentido del deber lo impulsan a hacer lo siente sin pensar en riesgos.
En su gesta ilógica, va hacia el núcleo del imperio ganador buscando algo, se juntará con un grupo heterogéneo de personas que lo van a seguir.
Primero Jaskier, probablemente el más valiente, que acompaña al amigo a la batalla armado sólo con un laúd.
También va Milva, protestando y quejándose con su secreto a cuestas y su arco excepcional, a la altura de su talento con las flechas.
El enano Zoltan Chivay con su gloriosa espada enanil, y un puñado de esa raza también se suman.
Adelante hallarán al herborista de algunos siglos de vida llamado Emiel Regis, ... que es mucho más que eso y no lo dice.

Cahir cuya cabeza tiene precio en el imperio del sur, sigue al grupo a escondidas.

El armado y las peripecias de esta cuadrilla tan heterogénea es de lo más disfrutable del libro, cada uno tiene su personalidad y sus motivos.

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Geralt va hacia el sur sin saber donde está lo que busca, simplemente no puede esperar.
Su entrega alocada, fiel, quijotesca y parca, contagia a sus amigos, a sus "hermanos en las armas".
El camino está lleno de acción y el relato de Sapkowski lo hace entretenido y salpicado con sangre.
Varios de los personajes principales no saben nada del otro, están separados.


Además el autor introduce un cambio muy trascendente, la presencia de Ciri deja de tener preponderancia, se deshilacha, deja de existir.
Y entonces Sapkowski introduce a Falka, una joven que es el contraste con la Leoncilla de Cintra.
Si Ciri había tenido una vida con mucho sufrimiento, no por eso dejaba de tener ideales y tratar de ser correcta.
Falka es producto del sufrimiento también, pero no tiene principios, no piensa en el más débil. Falka vive como si no hubiera autoridad ni castigo.
Si Ciri, trataba de ser digna alumna de los brujos de Kaer Morhen que le enseñaron a pelear, y aspiraba a ser una hechicera gracias a las enseñanzas de Jennefer. Falka solo es buena peleando.
Si Ciri era respetuosa de la autoridad y tenía escrúpulos, Falka no.
Si Ciri era pudorosa en lo sexual, Falka no, apesar de ser también apenas adolescente.
Ciri tenía a Geralt y Yennefer, Falka sólo tiene a su lado a 6 pandilleros púberes, ladrones, saqueadores, muy violentos, con precio por sus cabezas.


La política a nivel de reinos sigue pesando bastante.
Las hechiceras van a tratar de reorganizarse luego de la batalla de la isla de Thanedd donde la comunidad de magos se deshizo. Quieren ser un factor de poder en el mundo.

Este tomo principalmente es un repaso de la odisea del brujo en su camino al dominio de Nilfgaard.
Disfruté mucho del sentido de camaradería del grupo de Geralt, en medio de un mundo en guerra van a hallar no pocos obstáculos, sus compañeros también son grandes protagonistas de este tomo.
En el final hay una batalla épica muy emocionante.

Las primeras frases del libro son del tema de Dire Straits , Brothers in Arms, que aparecen en inglés, y yo traduzco:

A través de estos campos de destrucción
bautismos de fuego,
he sido testigo de su sufrimiento
mientras las batallas rugían más alto,
y aunque me hirieron mal,
en el temor y alarma
ustedes no me abandonaron
mis hermanos de armas.


Cuando terminé la el capítulo final, vi que calzaban a la perfección, pero no les voy a decir en la voz de quien.


Aunque la historia principal casi no avanza, las andanzas del brujo mantienen el libro atractivo.
Y cuando uno llega a las páginas finales ve que no hay una conclusión, sin embargo el tono de la lectura es mucho más agradable que con el volumen previo. El tono del relato es más esperanzador y menos negro.

Espero que quede claro que el quinto libro tampoco da un final a la trama que empezó en el tercero.

Creo que merece 8,5 yenes. El ritmo, la acción, los nuevos personajes que llegan, y el espíritu de amistad entre ellos, hacen que este sea de mis volúmenes favoritos de la saga.

Yenki
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Mensaje por Yenki » Jue Oct 18, 2012 5:42 am

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Cita de Bautismo de fuego (Libro V de la saga)

Miren la cantidad de "tonos" que hay en el siguiente texto. Como es mi costumbre no cuento nada que arruine algo o adelante gran cosa de la historia.




Geralt con un grupo de amigos está en un campamentos de refugiados en medio de la guerra.
No fueron lejos. Les detuvo una vocecilla chillona y les alcanzó la pecosa muchacha de las trenzas. Estaba jadeante, en la mano sujetaba un gran ramo de flores silvestres.
—Muchas gracias —chilló— por ocuparse de mí, y de mi hermano, y de mi mamá. Que fuisteis buenos para nosotros y todo eso. He cogido unas flores para vosotros.
—Gracias —dijo Zoltan Chivay.
—Sois buenos —añadió la mocilla, metiendo en el ramo la punta de la coleta—. Yo no creo lo que dijo la tía. Vosotros no sois en absoluto repugnantes enanos de bajo tierra. Tú no eres un mutante canoso nacido en el infierno y tú, tío Jaskier, para nada eres un pavo gritón. No es verdad lo que dijo la tía. Y tú, tía María, no eres ninguna pervertida con arco, sólo tía María, y yo te quiero. He cortado las flores más bonitas para ti.
—Gracias —dijo Milva con la voz un poco cambiada.
—Todos damos las gracias —repitió Zoltan—. Eh, Percival, repugnante enano de bajo tierra, dale a la cría algún regalillo para despedirnos. Algún recuerdo. ¿No tienes en algún bolsillo alguna piedra sin valor?
—Tengo. Toma, señorita. Esto es un berilo de greda popularmente llamado...
—Esmeralda —terminó el enano—. No marees a la muchacha, si no lo va a recordar igualmente.
—¡Pero qué bonito! ¡Verdecito! ¡Muchas gracias, muchas gracias!
—Cuídate mucho.
—Y no la pierdas —murmuró Jaskier—. Porque esa piedrecilla vale tanto como una pequeña granja.
—Pero hombre. —Zoltan se prendió en el gorro el aciano que le había dado la muchacha—. Una piedra es una piedra, para qué hablar más. Cuídate, moza.
Y nosotros vamos, nos aposentaremos junto al vado, esperaremos a Bruys, Yazon Varda y los otros. Tienen que estar al llegar. Un poco raro que haga tanto que no se los vea. Rayos, me olvidé de quitarles las cartas. ¡Me apuesto a que están sentados en algún lado y juegan a la quinta!
—Hay que los caballos aechar —dijo Milva—. Y abrevar.
Vamos al río.
—Puede que encontremos también para nosotros una pitanza caliente —añadió Jaskier—. Percival, date una vuelta por el campamento y haz uso de esa tu nariz. Comeremos allí donde mejor cocinen.

Para su sorpresa, el paso al río estaba cercado y vigilado, y los hombres que lo cuidaban exigieron un céntimo por caballo.
Milva y Zoltan se enfadaron muchísimo, pero Geralt, que no quería problemas ni la mala fama de ellos derivada, los tranquilizó mientras que Jaskier sacaba dos monedas arrascando el fondo del bolsillo.
Pronto apareció Percival Schuttenbach, lúgubre y enfadado.
—¿Has encontrado algo pa jalar?
El gnomo se sacó un moco y se limpió los dedos en los vellones de una oveja que pasaba al lado.
—Lo encontré. Pero no sé si vamos a poder pagarlo. Aquí quieren dinero por todo y los precios son para caerse de culo. La harina y la cebada están a corona la libra. Un plato de sopa aguada a dos nobles. Una cazuela de lucios pescados en el Jotla cuesta lo que en Dillingen una libra de salmón ahumado...
—¿Y el pienso para los caballos?
—Una medida de mies, un talero.
—¿Cuánto? —gritó el enano—. ¿Cuánto?
—Cuánto, cuánto —bufó Milva—. Pregúntale a los caballos cuánto. ¡Se nos caen si les mandamos arrebuscar yerba! Y para colmo yerba por acá tampoco es que haya.
Con los hechos manifiestos no había forma de discutir.
Tampoco ayudó el duro regateo con el aldeano que disponía de la mies. El hombre se llevó los últimos céntimos de Jaskier, y recibió también unas cuantas injurias de parte de Zoltan, sin que por otra parte se inmutara por ello. Pero los caballos metieron con ganas sus testas en las bolsas con pienso.
—¡Puñetera estafa! —gritó el enano, descargando su rabia con golpes de la vara en las ruedas de los carros por los que pasaban—. ¡Raro me parece que permitan respirar gratis, que no pidan medio real por una aspiración! ¡O un duro por cada cagada!
—Las necesidades fisiológicas de mayor rango —afirmó Regis completamente en serio— son de más valor. ¿Veis esa lona sostenida en unos palos? ¿Y el hombre que está al lado? Está mercadeando con los encantos de la propia hija. El precio es a convenir. Hace un momento vi cómo aceptaba un pollo.
—Os profetizo muchos males a vuestra raza —dijo Zoltan Chivay con aire triste—. Todo animal racional de este mundo, cuando cae en la pobreza, la necesidad o la desgracia, acostumbra a unirse a sus hermanos porque entre ellos es más fácil soportar los tiempos malos, pues el uno ayuda al otro. Pero entre vosotros, humanos, cada uno mira solamente cómo sacar algo de la desgracia ajena. Si hay hambre, entonces no se reparte la comida sino que se devora al más débil. Tal proceder tiene sentido para los lobos, permite que sobreviva el individuo más saludable y fuerte. Pero en las razas dotadas de razón esa selección permite por lo general que pervivan y dominen los mayores hijos de puta. Las consecuencias y pronósticos de esto los habréis de sacar vosotros mismos.

Jaskier se opuso con fuerza, mencionando ejemplos por él conocidos de una mayor usura y búsqueda del interés por parte de los enanos, pero Zoltan y Percival lo hicieron callar imitando con brío y al unísono los sonidos que acompañan a una pedorreta, lo que era reconocido por ambas razas como una señal de desprecio de los argumentos del adversario en la disputa.


Primero el lector se complace con la generosidad de los enanos a la niña. Y después disfruta con la forma en que Zoltan se queja por los precios.
Luego se amarga cuando el alquimista Regis comenta que un padre prostituye a su hija.
Y se asombra por la precisa descripción del enano Zoltan de la raza humana.
Por último uno no pude menos que sonreir al imaginar como el enano y el gnomo hacen callar al charlatán de Jaskier con sus ruidos.



Más de una vez Sapkowski me sacó una sonrisa con los dichos de los enanos.
Son guarros, toscos, simples, muy fuertes físicamente, y también simpáticos, francos y corajudos, bastante menos maliciosos que los humanos y los elfos.

El polaco hace que cada raza, o gremio tenga su personalidad.
Y hasta les hace cambiar la forma de hablar en base a su posición social.
Todo esto se percibe a pesar de que la traducción es demasiado hispana, usa palabras y descripciones que un español va a entender mejor que un hispanohablande de América.

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Mensaje por Yenki » Dom Oct 28, 2012 10:23 am

La torre de la Golondrina (libro VI de la saga)

Consta de 334 páginas

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En la portada de Alamut, el que figura es Emiel Regis Rohellec Terzieff—Godefroy que tiene más de 4 siglos encima y no sólo es herborista, es un intelectual y más.

En este libro continúa el avance al sur de Geralt y su grupo, por eso el mapa que sale en el libro III ya no sirve más, es muy aconsejable imprimir uno que contenga el territorio del imperio de Nilfgaard, como este, que mencioné antes. Debería venir en los libros.


Sapkowski separa a los protagonistas y hace que entre ellos no sepan qué pasa con los otros.
De esa forma el relato deja de ser único, hay más historias, las de los involucrados que se mantienen mucho tiempo independientes y sin contacto.
Y además agrega personajes secundarios en otros lugares. Por ejemplo la corte del emperador de Nilfgaard Emhyr var Emreis, o el Consejo de Hechiceras mujeres, Dijkstra el espía de Redania, Vysogota el eremita.
Toma importancia también un cazador de recompensas que sin ser brujo es tan bueno como ellos peleando con la espada, y es un sádico colosal, su nombre es Leo Bonhart.

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La intriga se potencia pues durante muchas decenas de páginas deja de lado a un personaje, mientras sigue a otro, y uno no sabe que pasa con el resto. Es que en general no llevan una existencia plácida, sus vidas están en permanente peligro.
También hay sueños y premoniciones, leyendas que tocan a algunos protagonistas, y hablan del futuro del mundo, pero son confusos y preocupan más que aclaran las cosas.

Uno espera que estas historias secundarias donde se alude a los protagonistas terminen confluyendo.


En esta sexta parte se acentúa mucho una tendencia que Sapkowski empieza a manifestar luego del libro III.
Geralt es cada vez menos brujo, casi no caza monstruos, tiene una misión en la vida y eso es su prioridad. Este cambio se ve en detalles como el que pierde su espada de plata para matar bichos, casi no emplea signos (hechizos básicos para combatir), su espada sihil de lo mejor que hacen los enanos, es de acero, y es una gloria para matar humanoides.
En este sexto libro hasta va a perder el clásico símbolo que distingue a su cofradía.

También se devela una heroína, que a pesar de su actitud soberbia y poco amable, y de que muestra una cara de perra insensible, va a tener un gesto de sacrificio digno de una mártir, aunque los que quiere salvar creen que los ha traicionado.


El nombre del libro alude a un portal, un sitio de teletransporte que comunicaría con otra torre, de la Gaviota, aquella que había volado en la batalla de los hechiceros en Thanedd. La torre de la golondrina es invisible para la mayoría, y no cualquiera sabe donde está.


La lectura no se torna pesada pero, no obstante, para mí a este libro le sobran unas páginas. Y por ello se dispersa en algunas cosas que no me parecen aporten nada a la historia principal. El circo de gladiadores es una y la visita al elfo, Avallac´h que pinta en cavernas subterráneas, es otra.

Como es ya costumbre la historia no finaliza. Hay que leer los siete libros para que el argumento no quede trunco.

Creo que merece 7,5 yenes.

Yenki
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Mensaje por Yenki » Vie Nov 02, 2012 5:39 pm

Cita de La torre de la golondrina



Así como a veces Sapkowski cuenta cosas amables, y algunas las cité antes, también puede ser muy cruel y a continuación un ejemplo de eso.
Es bastante brutal en las descripciones y pinta un mundo muy injusto, y por eso sus novelas no las considero para adolescentes.

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En la cita que sigue cambio los nombres de los dos personajes que que acompañan al brujo, para que no sepan nada de la trama, (no afectaría gran cosa si no lo hiciera pero prefiero evitar adelantar algo); invento los nombres de la joven, Emeganoul , ella debe ser adolescente; y del guerrero Rhaci, en el libro son otros.



El Brujo salvó a Emeganoul de la muerte a manos de Fulko, pues le recordaba a Ciri, y ella ahora lo acompaña. La joven es irreverente, bastante confianzuda y mal hablada.
Están los 3 en la noche en el campo con Rhaci.


—¿De dónde eres, Emeganoul?
—De Cintra, brujo. Es un país junto al mar, en la desembocadura del Yaruga...
—Sé dónde está Cintra.
—Entonces, ¿por qué preguntas si tanto sabes? ¿Tanto lo precisas?
—Digamos que un poco.
Guardaron silencio. La hoguera chasqueaba.
—Mi madre —dijo por fin Emeganoul, mirando al fuego— era una noble de Cintra y al parecer de alto linaje. En el blasón, el linaje éste tenía un gato de mar, te lo enseñaría, pues un medalloncito tenía con ese gato de mierda, de mi madre, mas lo perdí a los dados... Mas el tal linaje, me cagüen su perro marino, me mandó a freír gárgaras, pues al parecer mi madre se había arrejuntado con no sé qué bellaco, paréceme que mozo de cuadra, y yo era una bastarda, una cagada, vergüenza y mancha en el honor. Me entregaron a unos parientes lejanos para que me cuidaran, éstos, todo sea dicho, no tenían en el blasón ni gato ni perro ni puta alguna, pero no fueron malos conmigo. Me mandaron a la escuela, me pegaban poco...
Aunque muy a menudo me recordaban quién era, una bastarda concebida en el pajar. Mi madre vino a verme igual tres o cuatro veces cuando era pequeña. Luego dejó de venir. A mí, al fin y al cabo, me importaba una puta mierda...
—¿Y cómo es que acabaste entre los delincuentes?
—¡Preguntas como un juez de cargo! —bufó, torciendo el gesto en forma grotesca—. Entre delincuentes, ¡fuuu! ¡Desde el camino de la virtú, puf!
Regruñó un poco, se rebuscó en el seno, sacó algo que el brujo no pudo ver con claridad.
—El tuerto de Fulko —dijo pronunciando indistintamente, frotándose algo con fuerza en la encía y respirando hondo por la nariz— es, de todos modos, un tío legal. Lo que se llevó se lo llevó, pero el polvo me lo dejó. ¿Una pizca, brujo?
—No. Y preferiría que tú tampoco lo tomaras.
—¿Por qué?
—Porque no.
—¿Rhaci?
—No tomo fisstech.
—Pues no me han tocado dos santurrones —agitó la cabeza—. Ahora seguro que me vais a salir con moralinas, que si los polvos te dejan ciego, sordo y calvo. Que si voy parir crios retrasados.
—Déjalo, Emeganoul. Y termina de contar la historia.
La muchacha estornudó con fuerza.
—Vale, como quieras. En qué estaba yo... Ah. Estalló la guerra, sabes, con Nilfgaard, los parientes perdieron todo su patrimonio, tuvieron que dejar su casa. Tenían tres hijos propios, y yo me convertí en un peso para ellos, así que me dieron a un orfanatorio. Lo llevaban unos sacerdotes de no sé qué santuario. Un sitio alegre, resultó ser. Un lupanar común y corriente, un burdel, ni más ni menos, para los que les gustan las frutas acidas con pipas blancas, ¿entiendes? Muchachillas jóvenes. Y muchachos también. Yo, cuando llegué, estaba ya demasiado desarrollada, crecida, no tenía aficionados...
Inesperadamente, se cubrió de rubor, que era visible incluso a la luz del fuego.
—Casi no tenía —añadió entre dientes.
—¿Cuántos años tenías entonces?
—Quince. Conocí allí una muchacha y cinco muchachos, de mi edad y un poco mayores. Y nos pusimos de acuerdo al punto. Conocíamos, por supuesto, las leyendas y los cuentos. Del Loco Dei, de Barbanegra, de los hermanos Cassini... ¡Nos tiraba el camino, la libertad, el bandolerismo! Qué es eso, nos dijimos, sólo porque nos dan aquí de comer dos veces al día tenemos que ponerle el culo a placer a unos mariconazos...
—Cuida tu lenguaje, Emeganoul. Sabes que lo mucho empalaga.
La muchacha gargajeó estruendosamente, escupió al fuego.
—¡Vaya santurrones! Vale, voy al grano, que no tengo ganas de hablar. En la cocina del orfanatorio se encontraron cuchillos, bastaba afilarlos bien con una piedra y esconderlos al cinto. De las patas de una silla de roble nos salieron buenos palos. Sólo nos eran necesarios caballos y dinero, así que esperamos a que vinieran dos depravados, clientes asiduos, unos vejestorios, puf, lo menos cuarentones.
Vinieron, se sentaron, se tomaron su vinillo, esperaron hasta que los sacerdotes, como era costumbre, les ataran a la mozuela elegida a un curioso mueble especial... ¡Mas aquel día no encularon a nadie, no!
—Emeganoul.
—Vale, vale. En pocas palabras: degüellamos y apaleamos a ambos dos viejos depravados, a tres sacerdotes y a un paje, el único que no salió corriendo y defendió los caballos. Al dispensador del santuario, que no quería soltar la llave del cofre, le pusimos al fuego hasta que la soltó, pero le perdonamos la vida, porque era un viejo amable, siempre bueno y generoso. Y nos echamos al monte, al camino. Nuestra suerte posterior fue muy variada, a veces bien, a veces mal, a veces nos dieron, a veces nosotros les dimos. A veces hartos, a veces hambrientos. Ja, hambrientos las más de las veces.
De lo que se arrastra he comido en mi vida todo lo que se dejara, su puta madre, cazar. Y de lo que vuela hasta una cometa que me comí una vez, porque estaba pegada con harina.
Se calló, se restregó con brusquedad sus cabellos claritos como la paja.
—Ah, lo que pasó, pasó. Esto te diré: de los que huyeron conmigo del orfanatorio, no vive ya ninguno. A los dos últimos, Owen y Abel, se los cargaron hace unos días los infantes de don Fulko. Abel se entregó, como yo, mas lo rajaron igual, por mucho que había arrojado la espada. A mí no me mataron. No pienses que por bondad de corazón. Ya me estaban tirando de espaldas y me abrían de patas, mas se allegó un oficial y no les permitió la diversión. Y luego tú me salvaste del cadalso...
Guardó silencio un instante.
—Brujo.
—Dime.
—Yo sé mostrar gratitud. Si quieres...
—¿Qué?
—Voy a ver qué tal los caballos —dijo Rhaci rápido y se levantó, envolviéndose con la capa—. Daré un paseo... por los alrededores...
La muchacha estornudó, sorbió los mocos, carraspeó.
—Ni una palabra, Emeganoul —se anticipó Geralt, verdaderamente enfadado, verdaderamente avergonzado, verdaderamente confundido—. ¡Ni una palabra!
Carraspeó de nuevo.
—¿De verdad que no tienes ganas de mí? ¿Ni un poquitito?
—Ya te dio Milva con el cinto, mocosa. Si no te callas ahora mismo te voy a dar yo también una buena.
—Ya no digo más.
—Buena chica.

La saga no es sólo la historia de los protagonistas, Sapkowski dedica muchas páginas a describir esa sociedad. Y abarca mucho, desde las monarquías poderosas y fallutas, al pueblo sin poder de decisión. Y en general es muy pesimista/realista.

Hay bastantes descripciones de personas marginales, que nunca tuvieron chance de algo bueno y son apaleados por su destino pleno de dolor y barbarismo. Y dejan un sabor amargo.
Es como si el polaco considerara que hay gente que sólo nació para sufrir, sin importar que no lo merezcan.

Yenki
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Mensaje por Yenki » Jue Nov 08, 2012 4:51 pm

La dama del lago (libro VII parte 1)

El último título está dividido en dos volúmenes en la edición en español. La original en polaco es un solo tomo de 520 paginas. Esta primera parte tiene 247 en la edición de Bibliópolis.
En la portada de Alamut el personaje elegido es Cahir aep Ceallach, el que es nilfgaardiano para todos, menos para él mismo.

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Algunas veces el autor introduce un personaje en el futuro no extremadamente lejano que alude a la historia que nos viene relatando.
En este caso de la mano de dos de ellos , Nimue una hechicera madura, y Condwiramurs , una adepta joven, que es soñadora, ve el pasado en sus sueños, nos enteramos que la historia de Geralt, Yennefer y Ciri, es legendaria. En el futuro se escribirán libros, se pintarán cuadros, se especulará sobre ella y habrá puntos no aclarados.
Nimue, o La Dama del Lago, quiere poner luz sobre ellos.

Acá Sapkowski introduce algo que va a repetir en el futuro, alusiones a las leyendas del Rey Arturo. En las mismas, Nimue es La Dama del Lago. Hubiera preferido que no lo hiciera para que su mundo fuese completamente original.


La búsqueda frenética del brujo y los suyos se va a ver detenida por más de un factor.
Por un lado el invierno, por otro hay varios que necesitan recuperarse.
Y además llegan al ducado de Toussaint. Este parece ser el territorio más confortable del mundo, son buenos comerciando, florecientes en lo económico, hacen excelentes vinos y parecen ser la bodega del mundo, están bastante aislados y tienen una condesa que no es muy tirana ni belicosa.
Cómo si esto fuese poco, por algo que no les voy a contar, los tratan como nobles, los curan, dan de comer manjares, les dan techo y lo que necesiten.
También aparece Fringilla Vigo una hechicera de Nilfgaard.

Geralt en Toussaint vuelve a ser un poco brujo.
Su pasividad termina cuando de casualidad se entera de dos datos claves.
Eso que le es revelado hace que para poder dejar todo velozmente hasta prometa abandonar su profesión de brujo... no lo van a dejar.


Cuando terminé el sexto libro, me vibró el sentido arácnido, bueno.. no tanto, pero me dio miedo de que Sapkowski me amargara la vida con el destino al que iba a someter a algún personaje.
Un poco de razón tuve. Acá toma a uno de los importantes, lo pone en una situación desesperante y hace que acepte ser sometido a tener sexo a cambio de algo que ansía con premura y de lo que depende la vida de terceros, no importa que sea en un palacio de ensueño, que no haya violencia, igual me jodió.


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Además el autor introduce un cambio en el género del relato, algo que podía haber insinuado, pero no era evidente y ahora lo es.
Es un poco como si lo que hasta ahora era una historia en un mundo de fantasía épica, fuese contaminada con un concepto que no tiene que ver con ese género, para mí más digno de la ciencia ficción.
Es un poco como cambiar las reglas de la saga que nos venía contando cerca del final, durante mucho tiempo nos hizo creer algo, pero resulta que hay mucho más. Me pareció un poco un golpe bajo.

A ver si lo explico un poco mejor, supongan que leen una gran historia de fantasía épica durante varios libros , y de pronto , "invaden los marcianos", o se viene el "apocalipsis zombie". Lo que Sapkowski hace no es algo tan extremo como lo que comenté pero sí cambia un poco el género.

En lo que sigue no cuento la trama pero sí aclaro a que me refiero con lo anterior, para no arruinarle a nadie nada si no lo desea, hay que seleccionar para verlo.


Lo que hace Sapkowski es introducir el concepto de universos paralelos y viajes en el tiempo.
El mundo deja de ser único, el tiempo deja de fluir en un sentido.
Hay quien puede viajar entre esos universos y en el tiempo.

Hacer eso en el último libro no me pareció justo, es una variación muy radical sobre lo que vino contando por seis libros previos.
¿Arruina todo? No, pero lo sentí un poco incongruente con lo que venía pasando. Es original e inesperado eso sí.

El capítulo final de este volumen es el séptimo y combina, crueldad aberrante, con un logro emocionante y clave de Nimue y Condwiramurs.

Creo que merece 7,5 yenes.

Yenki
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Mensaje por Yenki » Mar Nov 13, 2012 12:58 am

Cita de La dama del lago

En casi 2000 páginas Sapkowski se delira un poco y para mi gusto, a veces se va un tanto por las ramas contando cosas demasiado secundarias, pero algunas son bien pintorescas y hasta pícaras.



En una audiencia con la condesa Anarrietta, ama y señora de Toussaint, pasa lo siguiente:
—También quisiéramos pediros algo, don Geralt. —Anarietta interrumpió el silencio—. Como brujo que sois.
—Cierto, señoría.
—Se trata del ruego de muchas nobles damas de Toussaint y nuestro a la vez. Un monstruo nocturno castiga nuestros hogares. Un diablo, un fantasma, un súcubo en forma de mujer, pero tan desvergonzada que no nos atrevemos a describirla, martiriza a los cónyuges fieles y virtuosos. Penetra por las noches en las alcobas, comete toda clase de bellaquerías y abominables perversiones de las que no nos permite hablar la modestia. Vos, como experto, con toda seguridad sabéis de qué se trata.
—Cierto, señoría.
—Las mujeres de Toussaint os piden que pongáis punto final a esta indecencia. Y os aseguramos nuestra generosidad.
—Cierto, señoría.


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Por otro lado luego de eso en una posada pasó lo que sigue.
Dos bodegueros se acercan a Geralt y su amigo Reynart.

—Las cavernas excavadas en tobas volcánicas siempre abundan en monstruos —les instruyó Reynart de Bois- Fresnes con gesto sabihondo. Compadreaba al brujo desde hacía un mes y, como sabía escuchar, había aprendido ya mucho—. Está claro, no más que toba, y allá que te va el monstruo.
—Bueno, y puede que toba. —Malatesta le miró de hito en hito. Sea quien fuera la toba ésta. Mas las gentes hablan que es causao porque nuestras bodegas al paecer se comunican con profundos pozos, con el centro mismo de la tierra. Muchas hay en esta tierra cavernas y abujeros...
—Como en nuestros sótanos, por no ir más lejos —habló el viñador pomeroliano de negra barba—. Estas bodegas tienen millas y adonde conduzcan no sabe nadie. Hubo quien quiso descubrir tal cosa, mas no volvió. Y también allí vieron horribles moustros. Parece. Por tal razón propondría...
—Me imagino lo que me queréis proponer —dijo el brujo con sequedad—. Y me place vuestra propuesta. Exploraré vuestras bodegas. La soldada la acordaremos según lo que me encuentre.
—No quedaréis mal —le aseguró el barbudo—. Ehem, ehem... Una cosa más....
—Decid, os escucho.
—El tal súcubo que a las noches embriaga a los maridos y los cansa... al que nuestra digna señora condesa mandaraos matar... me pienso que no haya exigencia de matarlo. Al fin y al cabo el bicho no fastidia a nadie, hablando en plata... Oh, embriaga a veces... Molesta un pelillo...
—Mas sólo a los mayores de edad —interpuso Malatesta con suma rapidez.
—De los labios, compadre, me lo habéis quitado. En fin, que el tal súcubo no perjudica a nadie. Y en los últimos tiempos como que ya no se oye nada de él. Como si os tuviera miedo a vos, señor brujo. Así que, ¿qué sentido tiene el perseguirlo? Pues a vos, señor brujo, no os falta moneda contante y sonante. Y si algo os faltara...
—Hombre, pudiera ser que algo cayera en mi cuenta del banco de los Cianfanelli —dijo Geralt con rostro pétreo—. Para el plan de pensiones brujeril.
—Así se hará.
—Y al súcubo no se le caerá ni un pelo de su rubia cabellera.
—Entonces, con los dioses. —Los dos viñadores se levantaron—. Comed en paz, no os molestaremos. Hoy es fiesta. Tradición. Y aquí, en Toussaint, la tradición...
—Lo sé —dijo Geralt—. Cosa santa.
O sea el demonio que ataca sexualmente varones, "sólo a mayores de edad", por las noches, molesta más a las mujeres y para nada a sus supuestas víctimas varoniles, que incluso están dispuestos a pagar para que la incomodidad siga..... :twisted:

Eso no tiene nada que ver con la historia central, yo lo tomé como una nota de color para describir la sociedad.

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Mensaje por Yenki » Sab Dic 08, 2012 3:38 am

La dama del lago, (Libro VII, parte 2, es el último volúmen)

Tiene 246 páginas en la edición de Bibliopolis, como siempre su portada es peor que la de Alamut.

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Apenas empieza uno tiene una sensación de que se acerca la conclusión.
En el primer capítulo del volúmen que es el octavo en realidad , se describe la batalla de Brenna, un colosal enfrentamiento entre los dos bandos en pugna, los defensores de los reinos del norte, y los invasores del sureño Nilfgaard.

De un bando 23.000 combatientes, del otro, el doble.

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Sapkowski no sólo describe la pelea en sí sino que además muestra un hospital de campaña donde se trata a los heridos del bando norteño.
Alterna el relato entre lo que pasa en el frente y en el limitado centro de atención de heridos.
Es muy cruento, hay amputaciones, intestinos a la vista, médicas con sangre hasta los codos...

En la pelea aprovecha para hacer combatir a algunos conocidos de otros libros previos.
Leí todo tan atolondrado por saber quien ganaba, que luego tuve que releer para analizar en detalle... :roll:




El noveno capítulo es de los más emocionantes de la saga, si uno lo mira fríamente tal vez no sea muy lógico, pero Sapkowski relata la historia de forma que los personajes principales están siempre al borde de la muerte.
Además se develan muchas motivaciones, tratan de explicarse las acciones de algunos protagonistas importantes.

En este se empieza a cerrar la trama fundamental. Y hay de todo.
En la historia más de una vez la grandeza de alguien se ve por su sentido de entrega total, de disposición a sufrir y morir por otro, y esto se repite.
Acá se empiezan a pagar los costos, hay escaramuzas bien cruentas, que hasta involucran a hechiceros, y nadie tiene una ventaja clara, los principales personajes están cara a cara en un combate demencial que saca chispas de las piedras y torna resbalosos los pisos por la sangre que corre, (literalmente).

Hay enfrentamientos desproporcionados donde los héroes no tienen chances frentes a enemigos mucho más poderosos, hay muchas muertes y cansancio de tanta pelea.
La gloria que ganan algunos dejará un poco de luto al lector.
En algún momento se me humedecieron los ojos.

Hay tentativas incestuosas, pactos suicidas, un giro argumental brutal en donde Geralt se da cuenta de que uno de los hombres más poderosos del mundo, es un personaje introducido en una historia de los dos primeros libros.
Hay llanto, desgarrador, incontenible y ... salvador.
Hay quien rompe un pacto de honor una vez y no puede hacerlo dos.


La conclusión es también en lo político, Sapkowski muestra como se negocia la paz en ese mundo entre los reinos y facciones que estaban en conflicto y no lo exhibe en forma piadosa, todo lo contrario, su crudeza abruma. Sapkowski además muestra la miseria que deja la guerra, los rencores y las venganzas cuando ya no hay batallas. A nivel de reyes y a nivel de pueblo.

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Imagen original.





En el próximo mensaje comentaré el final de este volumen y de la saga, me da trabajo hacerlo sin arruinar nada.

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Mensaje por Yenki » Lun Dic 31, 2012 5:44 pm

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El final
Esta segunda parte del libro VII es engañosa, cuando uno cree que lo más importante está finiquitado, no es así.
Y cuando uno cree que faltan muchas páginas de repente, acaba todo, de forma abrupta ... La saga termina pero el libro no.
El final es original, muy emocionante e inesperado, pero en mi opinión es deslucido. No está a la altura del relato que nos llevó a él.
Es como si Sapkowski se hubiera cansado de su historia y la cortara de golpe.

Si la lectura de la saga es un camino que lleva al lector a través de 2000 páginas, y el final es el destino, entonces este luce apresurado y repentino, demasiado brusco y acotado para ser la conclusión de tan elogiable y largo relato.
No me refiero a cómo resulta la conclusión en sí, (feliz, cruenta o trágica, etc), sino a la forma en que este el autor la presenta y su extensión.
Si Sapkowski hizo disfrutar al lector en cientos de páginas con historias secundarias que daban color a la trama y al mundo que pintaba, en el final debería dedicar muchas más páginas al mismo pues el mismo tiene la gran importancia de ser el corolario de muchos libros.
Por una cuestión de respeto al lector, debería constar de más de 10 carillas para concluir una historia de dos millares.

Si con los personajes principales queda la historia cerrada, de forma apresurada y repentina, sin epílogo alguno; por otro lado, quedan muchas historias alternativas sin terminar para nada.
El polaco nos hizo preocupar por el destino del mundo con leyendas, profecías, premoniciones y hasta una plaga y de eso no cuenta nada.
Muchísimos personajes secundarios que aparecieron muchas veces en la saga quedan sin que uno sepa que va a ser o ha sido de ellos.

¿Esto quiere decir que la conclusión es mala?
No, para nada, no me agrada la forma y la extensión simplemente.
El final es muy emocionante, nunca antes me había pasado que un libro me dejara con un nudo en la garganta.
Tenía que pausar la lectura y caminar un poco para relajarme y poder seguir. (Incluso en la segunda lectura).
Luego de pasar la madrugada leyendo me fui a dormir casi a las 11 a.m. sintiéndome enojado conmigo mismo por estar acongojado por la historia como si en la vida real hubiera padecido una gran pena.


El final que critico es bastante cerrado pero no completamente, lo que también, por mi gusto personal, donde quiero hechos claros y sin lugar a interpretaciones del lector, me incomoda un poco.

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Sapkowski arma una saga con un mundo y personajes muy bien descriptos, entusiasma con sus vivencias e historias por cientos de páginas, y desde mi visión, luego concluye todo de forma torpe, sin la maestría que usó para crear todo lo previo. Es una pena. Luego de tan buena historia, siento mucho que falta un epílogo.
Eso sí en el viaje y en este libro final también, atrapa y emociona.

Este último volumen es impactante y conmovedor, pero para mí pierde puntos con el final demasiado repentino, y merece 6,5 yenes.




Este es mi último mensaje del año pero no sobre esta saga... me queda un comentario final... o dos. :wink:

Yenki
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Mensaje por Yenki » Jue Ene 03, 2013 12:33 am

La saga como un todo

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Portadas
De todas las tapas de libros que he visto, en más de un idioma, por lejos las mejores son las de la editorial Alamut, el ilustrador se llama Alejandro Colucci es uruguayo pero vive en Europa y muestra sus trabajos en su página web por acá. Lo conocí gracias a book-eater.net, donde muestran más portadas de este artista, tiene personalidad y lucen muy bien.

Hay algunas para la saga de Geralt de Rivia que son cualquier cosa, en polaco por ejemplo pusieron un par con personajes del juego que no existen en las novelas. Ioverth es de el juego de rol The Witcher 2, así como Vernon Roche, pero no salen en los libros.

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Las de Bibliopolis que fui poniendo antes, tampoco reflejan fielmente el mundo del brujo, si uno las mira ve que las armas lucen casi prehistóricas, y la sociedad al norte del Yaruga es más avanzada, tienen tipos de aceros, bancos, aduanas, jeringas, etc.

¿Qué sentido tiene una tapa que no refleje el contenido del libro???



El lenguaje
No recuerdo haber leido algo que me haya hecho usar tanto el diccionario.
Por un lado por mi ignorancia en la cultura medieval.
Un ejemplo, algunos tipos de lanzas usados: berdiche, partesana, pica, corcesca, roncona.
También hay menciones a embarcaciones del medioevo, instrumentos musicales, ropas, partes de monturas, etc.

Por otro lado me hizo sentir que tampoco sabía mucho de español en sí. Es que el traductor emplea un vocabulario muy amplio, por ejemplo taco es una palabrota, trena es cárcel, diñar es morir, esto me agradó, me hizo sentir un burro y ampliar un poco mi léxico.

Una gran pena es que todo esté traducido sin pensar en los millones que no disfrutamos los modismos de España. Esto para mí es de las contras mayores de la saga.

Para quien le interese el tema, entrevista al traductor.


Continuará...

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