Los pasajeros la habían visto con el teléfono en el micro pero los agentes del orden no podían hallarlo, así que usaron el cerebro y llamaron al celular robado... que sonó dentro de la mujer en cuestión.
Y no, el sonido no provenía de dentro del órgano sexual femenino... sino que lo había escondido en la "zona de Papillon",


(si no les quedó claro vean la película con Steve McQueen o lean la novela de Henri Charrière ).
La llevaron a la estación y recuperaron el artículo robado... (puajjjjjjjj).
El oficial Madalin Taranu dijo al diario local 7 Plus: "Tuvimos personas escondiendo cosas en es sus sostenes y zapatillas antes, pero esto fue nuevo".
La nota completa con relatos de otros ocultamientos intracorporales en theregister.co.uk.
Fuente: tecnochica.blogspot.com.