Christina Onassis era hija del magnate. Murió en Buenos aires en 1988 en lo de los Dodero, de sobredosis de pastillas para dormir.
La hija de Christina se llama Athina, y a los 18 años recibió una herencia de unos 2.700 millones de dólares.
Ahora tiene 20 y se casó en Brasil hace unos días.
Todo este comentario farandulesco viene pues leí en La Nación una nota de su casamiento y no podía creer las medidas de seguridad que tomaron.
Hubo unas 800 personas y 400 guardias de seguridad.Con obsesión, los novios se ocuparon de que la fiesta fuera de un estricto bajísimo perfil. Por contrato, si alguno de los proveedores de productos o servicios para la fiesta le revelaba a la prensa una indiscreción, tenía que pagarles a los novios tres veces el valor que cobraba. Si algún empleado o agente de seguridad que custodiaba la fiesta filtraba alguna información, la multa tenía un valor fijo: 90.000 dólares.
El bajo perfil de la fiesta fue preservado, justamente, gracias al estricto esquema de seguridad. Los invitados tenían que enviar una foto de 3 x 4 y fotocopia de sus documentos a los organizadores. Recibían luego una tarjeta magnética.
Al llegar a la fiesta, tenían que entregar la tarjeta para que fuera pasada por un lector; la imagen del invitado aparecía en un monitor. Luego tenían que pasar por un detector de metales, donde también debían dejar las cámaras de fotos. Finalmente, los invitados eran trasladados en autos Audi -prestados por el patrocinador de "Doda"- hasta el salón de fiestas.

La nota de Luis Esnal en lanacion.com, por acá.