Lo mejor de este filme del Lejano Oeste son las actuaciones.
Para mí Jeff Bridges con su alguacil duro y borrachín, veterano y experimentado que sabe más por viejo que por leído, se lleva la mención destacada en este filme.
Dibuja un personaje que uno va conociendo, y pasa de cruel y duro a parlanchín y corajudo. Con unos diálogos bien irónicos y ácidos.
En algunos momentos le retruca con malicia a un ostentoso ranger de Texas muy aceptablemente interpretado por Matt Damon.
El malo que persiguen en el filme también está muy bien, encarnado por un Josh Brolin que sabe hacer de un ladronzuelo lento de cabeza y sin escrúpulos.
La niña que desea vengar la muerte de su padre es interpretada por una joven que hace una caracterización correcta desde mi punto de vista. Su personaje tiene 14 años, y su aspecto, y sobre todo sus manos me la hacían ver bastante mayor, sin embargo esa es la edad real de la actriz.
La jovencita, educada, como rígida en lo religioso, es muy corajuda, astuta negociando, tiene personalidad y hasta resulta casi impertinente. Me hubiera gustado que fuese un poco más odiosa.
Una cosa interesante que consiguen los hermanos Coen como guionistas, productores y directores, es que uno logra conocer la personalidad de los 3 protagonistas y hasta llega estimarlos a lo largo de los 110 minutos de la historia.
La ambientación y los personajes secundarios son creíbles , desde su desprolijidad, vestimenta y cortes de pelo a como hablan. La mejor para mí desde Deadwood.
Es la historia de una persecución a caballo donde la niña quiere atrapar al que mató a su padre.
Al principio hasta que salen al campo es un poco lento.
Luego gana ritmo, pero nunca llega a convertirse en un filme de esos que son tipo montaña rusa donde hay acción continua.
Los Coen acá se hacen esperar, hay escenas de acción y disparos pero son dosificadas.
¡Me gusta como encuadran, grandes planos, bellos paisajes, sin acercamientos bruscos y sin sacudir la cámara.
El final, muchos años luego de la historia principal, me pareció un hallazgo.
Le doy
7 yenes.
Y si le dan el Oscar a Jeff Bridges como mejor actor me parece bien.
La primera parte del filme fue convenientemente arruinada por dos lechones pochocleros que comían y escarbaban cajas en la fila de atrás. Uno de ellos era hembra.
Esta costumbre yanqui de convertir los cines en lugares de merienda me da por las partes pudendas... y como viene de allá, los indios acomplejados que somos, vamos a mantenerla por los siglos de los siglos. 
