Raramente sus productos, series y películas, muestran la realidad de los conflictos armados y tienen a frivolizar la guerra y a ocultar sus terribles consecuencias. Por eso estimo que siempre me impactan los testimonios de los veteranos relatando la realidad.
Hace más de un año la Rusia de Putin está invadiendo Ucrania, en Clarín pusieron un reportaje a un argentino que fue allá a pelear. Sus relatos y dichos nunca los escribiría un guionista de Hollywood.
Pablo Czornobaj, tiene 43 años, es analista de sistemas y tiene un restaurante en nuestro país, tuvo un padre militar, pero al momento de la entrevista estaba todavía en Ucrania.
Pego algunos de sus dichos.
"Siempre tuve el anhelo de venir a la tierra de mi abuelo Volodymir. Ya en 2021 me animé a escribirle un mail a la Embajada de Ucrania en Buenos Aires, para ofrecerme ser parte de un posible conflicto bélico, porque ya por entonces Rusia estaba realizando ensayos militares y yo estaba convencido de que habría invasión. No me respondieron"
Cuando llegó pidió alistarse , le hicieron chequeos médicos y análisis toxicológicos, una vez que tuvo un certificado de aptitud física entró a un batallón, él no tenía experiencia militar."El día de la invasión rusa, el 24 de febrero de 2022, le dije a mamá. 'Vieja, me voy'. ¿Qué me contestó? 'Sos un loco de mierda' -dice sonriente- desde Dnipro, ciudad donde vive en casa de su novia Irina. "Vendí mi camioneta, agarré la guita que me dieron y saqué el pasaje a Varsovia. Yo vine por las mías".
"Cuando me puse el chaleco antibalas, que pesaba 14 kilos, ya en ese instante me sentí en guerra. El casco incomodísimo, los borcegos inmensos, la ropa de invierno... Pensá que debuté con 18 grados bajo cero. Pero fue con tanta adrenalina que chivé como un hijo de pxxxx. Mis inicios fueron en un época de plena ofensiva del ejército ucraniano y estuve en primera línea, incomunicado, unos veinte días".
"los primeros días estás tan concentrado, tan compenetrado que no sentís las adversidades. Al tercer día en el frente a mí se me cortó el hambre... Comés poco y nada, tomás lo mínimo... Yo bajé en un dos meses unos 25 kilos, arranqué con 115 y salí del frente con 90 kilos. Todo es de tal intensidad que perdés el registro... Uno naturaliza no bañarse durante un mes o hacer pis en una botellita y caminando, no podés ponerte a mear en un árbol mirando las hojas... No. Estás con la idea obsesiva de que estás en el blanco de algún ruso"
"En un día podían detonar entre 300 y 400 piezas de artillería. Imaginate lo que era estar allí para alguien como yo que laburaba en una parrilla. ¿Miedo? Miedo tenés siempre, estaba aterrado. Cada tanto, cuando mi cabeza huía, me preguntaba '¿qué carajo estamos haciendo acá?'. ¿Qué le respondía? Que yo vine convencido"
La tierra de la explosión le pegó tan fuerte que creía que le había amputado la pierna."La bomba cayó a cinco metros de donde yo estaba y más allá del impacto emocional, lo primero que sentí es que había perdido una pierna. Fue tal el estruendo de un pedazo de tierra impactando contra mi pierna que estaba seguro que había perdido una gamba. También sentí un sacudón terrible en el oído, detrás del tímpano, donde me operaron y me terminaron poniendo un pedazo de teflón."
Estuvo cinco meses en el campo de batalla. Llegó a estar a 100 metros de los soldados enemigos.No fue fácil ponerse de pie. Pasaron varios meses, porque si bien "los oídos me detonaron, tenía un cuadro de anemia general y no podía moverme, me resultaba imposible subir una escalera. Como decía mi abuelo, un soldado sirve 20 días, después se rompe, no sirve más... Llegás al pico, empezás a caer, cuando la adrenalina baja te quedás hecho un despojo. Pensá que hay ucranianos que combatieron 8, 9 meses sin parar... Una locura".
"Estaba en un batallón donde murieron 37 compañeros. Un drama fue y yo estoy vivo de pedo. Imaginate, yo no soy militar, mi formación es precaria, pero aquí me siento un ucraniano más y daré todo de mí hasta la victoria, pero eso no quiere decir que haga apología de la muerte".
"¿Si maté a alguien? No lo sé, tampoco creo que lo diría. Esto es la guerra, aceptarse en guerra es terrible, hay códigos, lo tienen los ucranianos, pero los rusos no los respetan. En Ucrania no hay fusilamientos", expresa cuidadoso este soldado argentino que goza de un sueldo.
"No volvería a la acción, no lo soportaría, sería ir a una muerte segura",
Ahora no está peleando y vive con una novia ucraniana."Argentinos vinieron unos 15. Dos murieron, otro está desaparecido y deben quedar aquí unos cinco. Yo estoy vivo de pedo",
"¿Si vuelvo? No creo que me necesiten ni tampoco creo que soy tan importante. Pero volver a lo que viví es difícil, no lo soportaría y siento que sería ir a una muerte segura. Sí podría volver desde otro lugar... Lo que tengo claro es que permaneceré en Ucrania hasta el final, hasta la victoria"
Fuente: clarin.com en una nota de diseño web horrible con videos arrancando todo el tiempo,"Tengo dolores, pero ya me acostumbré. Estoy recuperándome, entrenando y estudiando ucraniano. Hoy me pienso aquí en Ucrania, no sé si voy a volver a la Argentina, hasta la victoria me quedo seguro".
En el diario La Nación publicaron otra entrevista a él en marzo se lee más cómodamente desde este enlace.
Tuvo que operarse de ambos oidos y del primero no quedó bien, siente un eco.
Hay una entrevista en video en un canal llamado DNews, que dura 9 min 31 s, a mí me pareció mucho menos sincera que el artículo de Clarín. Oculta el verdadero horror de la guerra.
En ningún momento dice haber visto un soldado ruso.