Pero no están libres de pobres.
De sus casi 300 millones de habitantes, el 12.6 % son pobres, y esto representa 37 millones de personas.
El porcentual es apenas un 0,1 % menor al registrado en el 2004, o sea que no se hace mucho por bajarlo.
Igual los pobres de EEUU no son iguales a los nuestros.
Miren la pobreza por color de piel.Es difícil imaginar a un pobre en Latinoamérica viviendo en su casa con aire acondicionado o calefacción central, mucho más con un auto, aunque sea un modelo de hace 30 años atrás, estacionado en la acera.
En Estados Unidos, una persona puede contar con todos esos "lujos" pero seguir siendo pobre. Después de todo, puede no tener trabajo, o no poder cubrir sus gastos de educación y/o la salud, ni tener casa propia, ni cuenta en el banco.
Sus parámetros para considerar pobre a alguien son elevadosCerca de un cuarto de la población negra (uno de cada cuatro), un 21,8% de los hispanos (uno de cada cinco) y el 8,3% de los blancos americanos (uno de cada ocho), viven en la pobreza. Es decir, no pueden ni siquiera cumplir sus necesidades básicas de alimentos, vestimenta y vivienda.
La oficina del Censo dice que son pobres las personas individuales que ganen menos de 9973 dólares por año ( 831 dólares por mes), y las familias de 4 personas cuyos ingresos no pasen los 19971 dólares (1664 dólares por mes).
Un tercio de los pobres son niños, en gral hijos de inmigrantes, negros o hispanos.
El ingreso medio de la población afro-americana asciende a US$30.858 anuales, apenas un 61% del ingreso de los blancos estadounidenses, mientras que en Nueva Jersey, el ingreso medio asciende a US$ 61.672, un 87,2% más que en Mississippi.
Las ciudades más pobres de Estados Unidos son Cleveland (32,4%), Detroit (31,4%) y Miami (28,3%).
Es llamativo que los índices de pobreza se mantengan cuando en el 2005 se crearon en EEUU 2 millones de puestos de trabajo no agrícolas y el desempleo es el más bajo en el lustro, 4,6 % que implica 7 millones de personas.
Fuente: esta nota de Mariana Martínez en la BBC.Las minorías (afro-americanos, hispanos y adolescentes en busca de trabajo) siguen siendo las menos afortunadas a la hora de encontrar trabajo y eso se traduce en los altos niveles de pobreza entre estos grupos.
Es llamativo que en la primera economía del mundo los pobres sean casi tantos como todos los habitantes de Argentina.