Si bien últimamente recomiendo no ver avances de la industria estadounidense con este lo hago doblemente, cuentan el 90 % de la trama, realmente no puedo creer la falta de creatividad y astucia para promocionar cine. Básicamente, cualquiera que lo mire va a disfrutar mucho menos la película.
Esta producción me atrajo por dos motivos, primero las buenas críticas, y segundo el aspecto del protagonista.
Un granjero pobre, viudo, que se rompe el lomo trabajando, con un hijo adolescente, nunca aparece afeitado, peinado, su ropa es tosca, aspera, de trabajo, tiene un parpado caído, las manos sucias.
En general en la industria del cine pesa como lucen los actores, en general los protagonistas podrían ser modelos publicitarios, eso no ocurre acá, el personaje principal encarnado por Tim Blake Nelson, le da a su Henry el toque opuesto.
Su actuación me pareció digna de elogio. Además, hace creíble a ese campesino que tiene motivos para elegir esa vida dura sin lujos.
En la trama pesa algo común en los pueblos chicos, con poca gente donde todos se conocen; el persecutor encarnado por Stephen Dorf es muy astuto para obtener datos, vincular apellidos con familias, averiguar el pasado de otros, todo para obtener una ventaja sobre la persona a la que presiona.
Este comisario realiza una cacería, en la misma hay personas perseguidas y una bolsa con dinero, hay sangre y muertos.
Y en medio un granjero tosco y viudo que vive trabajando muy sencillamente con su hijo, sobreviviendo a fuerza de sudor.
Me agradó que el argumento crea continuamente dudas en el espectador, uno no sabe en realidad si los tres protagonistas mienten al decir lo que son y sus intenciones; aunque al principio no hay acción, eso sirve de gancho para intrigar al que mira.
Aprecié la dirección de la película que crea tensión y deja ver todo claramente, el responsable detrás de cámaras se llama Potsy Ponciroli y también fue el guionista.
Ojo, no es una superproducción no hay grandes nombres, ni despliegues imponentes, tampoco es necesario tener mucho dinero para hacerla pues todo pasa en el medio del campo en 1906.
El relato es crudo, y lo estimo para mayores de 16 años por lo violento, es un filme sin mujeres, hay tensión aunque no haya tiros, y el final me pareció muy aceptable.
Creo que es una buena producción de vaqueros, al viejo estilo, dura 1 hora 38 minutos.
Creo que merece 7,5 yenes y debería ser mucho más conocida.
Consejo para la visualización, las cicatrices cuentan algo.