Segunda temporada
Igual que en la primera muchos de los personajes principales no se cruzan, todos son parte de una historia global, algunos con menor peso, pero tienen sus rutas argumentales separadas.
Es como que la serie cambia mucho respecto de los 13 episodios de la primera parte en el 2013, aunque el capo de la droga mexicano Fausto Galván es parte importante , y muchos de los personajes conocidos siguen estando presentes, ahora la trama tiene que ver con tráfico de drogas a nivel masivo, lavado de dinero, muchos millones de dólares, corporaciones reales detrás de eso y servicios secretos metidos en medio.
Una villana encarnada por Franka Potente, que está loca de atar, pero es cruel y astuta, y a diferencia del resto no lo hace por plata. El motivo que se devela cerca del final es muy impactante para generar un odio de décadas.

Su personaje es diferente, vestida como una anciana de clase baja es responsable de muchas muertes.
Igual que en Homeland, la protagonista está enferma, acá padece de un tipo de autismo, el mal de Asperger, en la segunda temporada parece casi sana, ... para mí degradó el atractivo del personaje de Sonya Cross, ya no es más el robot insensible del primer año. Es más la vi como envejecida, igual que antes usa casi de varón, zapatos feos, grandes , negros y la campera de la hermana asesinada hace muchos años, pero ahora llora, siente piedad, se preocupa por la gente...
Me gustó el personaje del periodista, borracho y drogón Daniel Fry encarnado por el actor Matthew Lillard, y Ted Levine como el superior y padre no oficial de Sonya también me parece destacable, los actores secundarios no son conocidos pero sentí que no desentonaban, se sigue hablando mucho en español en esta parte también.
Al ver la serie sentía que contaban detalles que no aportaban nada , lo del perro embalsamado, el cambio de azulejos en un baño... esperaba que a la larga lo justifiquen. No lo hacen.
Lo que sí
en los últimos 5 o 6 episodios la acción se precipita, todo va creando presión para anticipar el final, al ir encajando las piezas, el ritmo más pausado de los primeros de esta segunda temporada desaparece. Hay pólvora y sangre que chorrea.
Hay algunas cosas poco creíbles, para mí , como el accionar del asesino apodado Chopper en el desierto y todo lo hace, antes de su "trabajo", y la forma en que eso se descubre.
Hay otras cosas que me parecieron realistas, los policías disparan para matar enemigos, asesinan, aunque no sea necesario, por cuestiones personales como hace Hank, o para cubrirse las espaldas como el Detective Ruiz de Demián Bichir.
A propósito, el capo millonario mejicano llamado Sebastián Cerisola, es actuado por el hermano en la vida real del coprotagonista, se llama Bruno Bichir.
El final llega, ata muchos cabos, y deja varios colgando, lo que me parece le resta puntos.
Ya sabía que luego del episodio 13 titulado Jubilex, la serie no se emitió más.
Resulta que leyendo un poco sobre su final me enteré que de FX no renovaron la serie para la tercera temporada pues consideraron que tenía pocos seguidores. (
Fuente)
O sea, es muy probable que lo que se vio al final fuese sólo para la temporada y no lo definitivo; y por eso hay cuestiones flotando.
Para mí las mayores críticas tienen que ver con los guiones no las actuaciones y los personajes, la forma de relatar podría haber sido mucho mejor, pierden tiempo mostrando como uno va hacer limpiar sus finas botas texanas de sangre, pero no cuentan como van a cruzar la frontera con el tercer personaje, esposado, en la escena final.
Es como si hubieran ido improvisando, aderezan con escenas que aportan poco a la trama criminal de la investigación policial y el final cae de forma repentina y abrupta dejando una sensación de falta de cierre.
A pesar de todo le doy
7 yenes, pues es para adultos, al final se torna muy atrapante, y me gustó el ambiente original y el reparto.
