
Resultó ser algo original, una comedia de enredos, y una parodia de esos filmes de matanzas donde algún loco asesina a mucha gente en lugares apartados.
En este caso las ¿víctimas? son un grupo de estudiantes universitarios que van de vacaciones atravesando los montes Apalaches.

Esa región de bosques tupidos y montañas es habitada por gente rústica y pobre, sin educación, que muchas veces es considerada casi como semisalvaje blanco, en inglés suelen aludir a ellos como hillbillies.
Me atrajo esa extraña mezcla de géneros.
Hay sangre y muertos sí, bastantes, pero todo tiene un tono de comedia de malos entendidos y confusiones caóticas que me hizo verla sin padecer. Está todo planteado para que uno no sufra con la sangre. Igual no la recomendaría para chicos o gente impresionable, hay muchas muertes violentas.
La personalidad de Tucker y Dale como los buenos amigos, simplotes, casi inocentones, montañeses sin educación y modales pulidos pero sin malas intenciones, contrasta con la de los jóvenes universitarios de clase alta y frívolos, me pareció una forma de aludir a los filmes de terror donde siempre los marginales son asesinos desquiciados.
Es que este filme toma convenciones clásicas del género de terror con asesinos locos y las presenta en un tono de comedia truculenta.

Los protagonistas, Alan Tudyk como Tucker y Tyler Labine como Dale, me parecieron adecuados. Y de Katrina Bowden me gusta como usa las bermudas ...


Esta película es del año 2010 y dura 1 hora y 28 minutos.
A quien quiera mirarla le recomiendo encarecidamente no ver el avance.
No es ninguna superproducción, ni va a quedar en la historia del cine, es pochoclera, y como salpica hemoglobina tampoco creo que sea para todos, pero a mí me agradó.

Para mí merece 7 yenes.