Para la RAE no existe, así que la definición la tomé de acá.populismo
1.
(s. m.)
Doctrina, movimiento o régimen político que afirma defender los intereses y pretensiones de las clases populares.
autoritario, ria.
1. adj. Que se funda en el principio de autoridad.
2. adj. Partidario extremado del principio de autoridad. U. t. c. s.
3. adj. Que tiende a actuar con autoritarismo. U. t. c. s.
4. adj. Dicho de un régimen o de una organización política: Que ejerce el poder sin limitaciones.
Mi periodista económico favorito se llama Daniel Muchnik, y lo es pues es crítico ( no le chupaba las medias a los neoliberales de la era menemista, ni ahora a los zurditos en los discursos de la década K), y siempre escribe claro, (soy de los que cree que cuando en economía hablan de forma que uno no lo entiende es pues me te quieren versear) .
Hallé una nota muy lúcida sobre inflación y el autoritarismo cristiniano.
La misma termina así.
Pero el asunto de las milicias es sólo una cara del populismo autoritario en marcha.. Como hay muchos tipos de populismo, se puede decir que todos reducen sus fórmulas políticas a jerarquizar al ‘Pueblo‘, como conjunto social homogéneo y como depositario único de los valores positivos de un país. Para el populismo –según el famoso politólogo Norberto Bobbio– el pueblo es fuente principal de inspiración y objeto constante de referencia. Por lo tanto es el dominio absoluto de las ‘Mayorías’, que representarían, en el imaginario, al pueblo, en desmedro de las ‘Minorías’ que no comprenden lo que el pueblo realmente quiere y anhela.
Con ese criterio el populismo es esencialmente autoritario. Porque para un gobierno populista, quien no piensa en los términos que manipula el gobierno es ‘un enemigo’, un ‘destituyente’, un ‘ciudadano peligroso, temible, que puede hacer daño a la mayoría’. No interesan las instituciones, tampoco importan los pilares del constitucionalismo, se descartan los viejos principios constitutivos de la división y equilibrio entre los Poderes. Porque todo hay que someterlo al Pueblo que es ‘fuente de toda sabiduría’.
En la mayoría de los discursos de Cristina Fernández está presente la impronta populista. El sábado 25 expresó desde la tribuna: “Es necesario ‘empoderar‘ al pueblo con estas conquistas, para que nadie pueda arrebatárselas”. Si bien a muchos dejó al margen el uso del término ‘empoderar’, el Diccionario de Uso del idioma de María Moliner viene en ayuda: quiere decir ‘ apoderar’. Repitió: “Es necesario ‘empoderarnos‘ a nosotros mismos”. ¿Habrá querido decir ‘apoderarnos a nosotros mismos’? Se defendió : “Mal que les pese a algunos, es una década ganada. No por el Gobierno, ganada por el pueblo”. Para agregar: “Si no se organizan, si no participan, van a venir por todos ustedes”.
Son típicas expresiones populistas. Si no gobierna la Presidenta el pueblo corre peligros. Maternalmente propone que el pueblo se organice para no perder lo que ganó, para que los ‘otros’, si llegan al poder, no le hagan daño. En varios sistemas populistas se suele resaltar el liderazgo carismático y la formación de seguidores ‘iluminados’, que son intérpretes de la voluntad y el espíritu del pueblo.
El enfrentamiento ‘amigo-enemigo’ o ‘aliado-destituyente’ es la palanca para alimentar el día a día del gobierno populista. Es el recurso natural de un proceso en crisis, donde los indicadores económicos están en retroceso, hay disconformidad social, varios sectores piden márgenes de libertad de movimiento que no existen, el empleo vuelve a escasear porque la actividad productiva se fue deteniendo, la pobreza va en aumento y magnitud de los excluidos del sistema es preocupante.
El artículo que pueden leer completo se titula Exageraciones del Populismo autoritario y fue publicado en cronista.com