El fin de semana pasado fue operada por un grupo de cirujanos de Amiens, Francia, el cual está dirigido por Jean-Michel Dubernard.
Le pusieron a la mujer accidentada la nariz, el mentón y los labios de una donante con muerte cerebral.
Su nueva cara es una combinación de la que tenía con la de la donante.
Previo al transplante debió someterse asistencia psicológica para ayudarla con el cambio, y ahora con nueva cara deberá seguir mucho tiempo con la misma.
Dicen que la piel extraña provoca una importante rección del sistema inmunológico, más que la que se produce con un órgano como un riñón o hígado, por ello es que deberá tomar medicación de por vida.
Parece que el tranplante era realizable desde hace años pero que no se había hecho por la polémica que generan y las consecuencias psicológicas que puede tener en los pacientes.
Para averiguar más pueden leer esta nota en Clarín.
