Tiranía digital, así nos quitan el derecho a la propiedad
Publicado: Mar May 21, 2019 5:01 pm
Esto que sigue se aplica y se ve como en pocos lados en la venta digital de juegos.
Es raro ver que se hable en medios masivos de los abusos de las grandes empresas capitalistas, de su trato tiránico para con sus usuarios mientras abusan de la gente.
En la sociedad digital cada vez se paga más por cosas, como si se las comprara, pero en realidad el usuario no es dueño de nada, y sus derechos a usar eso por lo que abonó son cada vez más limitados.
Las corporaciones capitalistas se tornan en tiranos que quitan derechos, vigilan y controlan lo que los clientes hacen con sus compras y fijan las condiciones unilateralmente para su uso.
Quitan el derecho a la propiedad, o sea, a decidir sobre lo que se posee de los ciudadanos.
Una analogía que usan en la nota que sigue, es decir que los clientes digitales, son como inquilinos , no son dueños de una propiedad física, sólo pueden usarlas en las condiciones que fija el dueño, quien tiene la propiedad es la corporación digital.
De a poco y sutilmente las corporaciones masivas construyeron un sistema de ganar dinero en donde la gente no pudiese ser dueña, o sea poseer cosas y decidir sobre ellas, por el contrario lo que ofrecen es que uno acepte usarlas como ellos quieren y sometidos a sus reglas arbitrarias.
Impedir que alguien posea algo tiene como consecuencia que quien paga no pueda usar plenamente como propio aquello por lo que pagó.
La analogía que sigue es muy buena, así como un inquilino no decide sobre la propiedad que renta, muchos de los que compramos bienes por internet tampoco. Un dueño de una propiedad puede modificarla a gusto, adaptarla , ampliarla, y si lo desea venderla, el inquilino no, sólo paga el alquiler.
Si en el mundo real de pronto no se pudiesen comprar propiedades inmuebles, la gente protestaría, en el mundo digital las corporaciones multimillonarias ya armaron un sistema para quitar el derecho a ser dueño de los bienes hechos de bits, y apenas se habla de eso. Un sistema donde las corporaciones son las únicas dueñas y se niega la propiedad a las personas es injusto. Quita derechos e impide ejercer libertades.
Gracias a boingboing.net me enteré de un artículo en Wired que habla de esto.
Con la firma de una columnista llamada Zeynep Tufekci, apareció una nota titulada Somos inquilinos en nuestros propios dispositivos
Voy a traducirla:
Una década atrás, Amazon abruptamente borró copias de 1984 de George Orwell de los Kindle de sus clientes estadounidenses. El movimiento instantáneamente evocó los "agujeros de la memoria" en su novela distópica totalitaria, e inspiró casi la misma cantidad expresiones de impacto, ira, y bromas. (Si una Amazon de ficción en una novela distópica hubiera realizado el mismo borrado masivo, los críticos hubieran dicho que era demasiado evidente). Pero en restrospectiva, la acción de Amazon fue un sorprendente presagio de una cambio que sólo ha sido más acentuado desde entonces: nuestra venta mayorista se inclina hacia ser una sociedad de inquilinos.
En ese caso particular, Amazon dijo que los libros habían sido agregados a la tienda de Kindle por un vendedor que no tenía realmente los derechos sobre él. "Cuando fuimos notificados de esto por el poseedor de los derechos, removimos las copias ilegales de nuestros sistemas y de los dispositivos de los clientes, y les devolvimos el dinero a los clientes", dijo un vocero entonces. Amazon rápidamente pidió disculpas y dijo que en el futuro dejaría los libros en los dispositivos de la gente aún si hubiera habido un error en como llegaron allí. Pero lo que la compañía no podría recuperar fue la demostración de su completo poder. Aún el más grande vendedor minorista tradicional difícilmente podría soñar con llegar a las casas de la gente y tomar de vuelta lo que les había vendido.
Hoy, podemos pensar que poseemos nuestras cosas porque pagamos por ellas y las llevamos a casa, pero mientras se ejecutan con software o tienen conectividad digital, los vendedores continúan teniendo el control sobre el producto. Somos inquilinos de nuestros objetos, por la gracia del verdadero dueño.
Pronto termino con lo que resta.
Es raro ver que se hable en medios masivos de los abusos de las grandes empresas capitalistas, de su trato tiránico para con sus usuarios mientras abusan de la gente.
En la sociedad digital cada vez se paga más por cosas, como si se las comprara, pero en realidad el usuario no es dueño de nada, y sus derechos a usar eso por lo que abonó son cada vez más limitados.
Las corporaciones capitalistas se tornan en tiranos que quitan derechos, vigilan y controlan lo que los clientes hacen con sus compras y fijan las condiciones unilateralmente para su uso.
Quitan el derecho a la propiedad, o sea, a decidir sobre lo que se posee de los ciudadanos.
Una analogía que usan en la nota que sigue, es decir que los clientes digitales, son como inquilinos , no son dueños de una propiedad física, sólo pueden usarlas en las condiciones que fija el dueño, quien tiene la propiedad es la corporación digital.
De a poco y sutilmente las corporaciones masivas construyeron un sistema de ganar dinero en donde la gente no pudiese ser dueña, o sea poseer cosas y decidir sobre ellas, por el contrario lo que ofrecen es que uno acepte usarlas como ellos quieren y sometidos a sus reglas arbitrarias.
Impedir que alguien posea algo tiene como consecuencia que quien paga no pueda usar plenamente como propio aquello por lo que pagó.
La analogía que sigue es muy buena, así como un inquilino no decide sobre la propiedad que renta, muchos de los que compramos bienes por internet tampoco. Un dueño de una propiedad puede modificarla a gusto, adaptarla , ampliarla, y si lo desea venderla, el inquilino no, sólo paga el alquiler.
Si en el mundo real de pronto no se pudiesen comprar propiedades inmuebles, la gente protestaría, en el mundo digital las corporaciones multimillonarias ya armaron un sistema para quitar el derecho a ser dueño de los bienes hechos de bits, y apenas se habla de eso. Un sistema donde las corporaciones son las únicas dueñas y se niega la propiedad a las personas es injusto. Quita derechos e impide ejercer libertades.
Gracias a boingboing.net me enteré de un artículo en Wired que habla de esto.
Con la firma de una columnista llamada Zeynep Tufekci, apareció una nota titulada Somos inquilinos en nuestros propios dispositivos
Voy a traducirla:
Una década atrás, Amazon abruptamente borró copias de 1984 de George Orwell de los Kindle de sus clientes estadounidenses. El movimiento instantáneamente evocó los "agujeros de la memoria" en su novela distópica totalitaria, e inspiró casi la misma cantidad expresiones de impacto, ira, y bromas. (Si una Amazon de ficción en una novela distópica hubiera realizado el mismo borrado masivo, los críticos hubieran dicho que era demasiado evidente). Pero en restrospectiva, la acción de Amazon fue un sorprendente presagio de una cambio que sólo ha sido más acentuado desde entonces: nuestra venta mayorista se inclina hacia ser una sociedad de inquilinos.
En ese caso particular, Amazon dijo que los libros habían sido agregados a la tienda de Kindle por un vendedor que no tenía realmente los derechos sobre él. "Cuando fuimos notificados de esto por el poseedor de los derechos, removimos las copias ilegales de nuestros sistemas y de los dispositivos de los clientes, y les devolvimos el dinero a los clientes", dijo un vocero entonces. Amazon rápidamente pidió disculpas y dijo que en el futuro dejaría los libros en los dispositivos de la gente aún si hubiera habido un error en como llegaron allí. Pero lo que la compañía no podría recuperar fue la demostración de su completo poder. Aún el más grande vendedor minorista tradicional difícilmente podría soñar con llegar a las casas de la gente y tomar de vuelta lo que les había vendido.
Hoy, podemos pensar que poseemos nuestras cosas porque pagamos por ellas y las llevamos a casa, pero mientras se ejecutan con software o tienen conectividad digital, los vendedores continúan teniendo el control sobre el producto. Somos inquilinos de nuestros objetos, por la gracia del verdadero dueño.
Pronto termino con lo que resta.