Cómo tener un padrino presidente para no ser lobizón
Publicado: Lun Ene 11, 2010 2:21 pm
Los rusos creían en el mito del lobizón, que consistía en pensar que el séptimo hijo varón o la séptima hija mujer se convertían en lobizón o bruja.
El padrinazgo del emperador tenía por objeto protegerlos mágicamente de esta transformación.
La tradición de apadrinar al séptimo hijo varón de una familia nació aquí en 1907, cuando José Figueroa Alcorta "importó" esa costumbre de la Rusia zarista, por pedido de una familia de inmigrantes rusos asentados en Coronel Pringles. En 1973, también las niñas fueron aceptadas por el protocolo oficial.
[1] MenemEn 1973, Perón convirtió al padrinazgo en ley y formalizó el apoyo con becas de escolarización. Un año después, cuando asumió su esposa María Estela Martínez, las mujeres se incorporaron a un sistema que ya consagró a 10.812 ahijados.
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El riojano [1]sumó 1.136 ahijados en sus dos períodos. Videla tuvo 795 protegidos. El radical más popular fue Alfonsín (956), Frondizi tuvo 437 e Yrigoyen, 229. De la Rúa, un padrino aburrido, sólo 135. Los Kirchner no son mucho más populares: 334 Néstor, 50 Cristina (más 130 pedidos en estudio). El padrino más requerido de todos los tiempos –con ventaja de tres presidencias– fue Perón, con 1.982 ahijados.
El 7 de octubre, el Gobierno reformó el sistema. Hoy pueden ser ahijados los séptimos hijos naturales o adoptivos, de padres solteros o convivientes de hecho, aun cuando no sean católicos. Tampoco es impedimento que entre los siete varones o las siete mujeres haya un hijo del sexo opuesto. La condición sólo se pierde con una sentencia penal. Aunque la única obligación que contrae el Estado es otorgar la medalla recordatoria, la Presidencia queda facultada, “cuando lo estime pertinente, a contribuir mediante los medios que considere necesarios al bienestar del ahijado/a”.
La ley del padrinazgo presidencial es del año 1973 es la 20.843 y desde entonces hay más de 10 mil ahijados.
Fuentes: los artículos de diarios, Ahijados presidenciales Un vínculo con mucho protocolo, pero efímero y vacío de afecto, Hijo de desaparecido, ahijado de Videla, y Ni brujas ni lobizones, ahijados presidenciales.
El lobizón en versión de Fontanarrosa y su gran Inodoro Pereyra.
Bueno, con las calidad y sensibilidad social de nuestros líderes no sé si es gran cosa.