Es una de las panelistas de "Tiene la palabra" en TN, y lidera un suplemento para la mujer de Clarín que me ofendería por lo básico si tuviese ese sexo, es que siento que ahí tratan de tontas a las mujeres.
Pero a partir de que hallé una nota editorial que me pareció muy buena, voy a tener que cambiar un poco mi concepto de ella.
Comenta una breve fábula antifascista de un francés llamado Franck Pavloff, ella escribe mal el nombre. La misma se emplea en clases de instrucción cívica en las tierras galas.
El artículo se titula Quien quiera oír, que oiga
También es reproducido por acá, y estimo que merece una lectura, es menos de media página.

Hay declaraciones del autor por acá, dice:
"Mi historia quiere ser un mensaje a los políticos en el sentido de que no se puede dar la mano al diablo porque con él no se gana nunca siempre te arrastra al infierno".
Su criterio, interpreto, sería algo así como "si transás una vez estás condenado".
Es que muchas veces es mucho más cómodo no tomar conciencia y pretender un conformismo que a la larga tiene un costo.
P.D.
El color pardo alude a los uniformes de los militantes nazis del partido nacional socialista alemán.
A propósito de esto una curiosidad sobre la estética nazi de 2' 10''