Es ingeniero y consiguió un trabajo en una empresa que trabaja con productos aeroespaciales.
Está solo en un departamento alquilado y lucha con su espíritu para evitar la depresión que lo limitó en algunos lapsos de su vida.
Tiene mucho tiempo para pensar. Además le pasa algo raro. Se ha vuelto adicto a algo inmoral, espiar a Jenny.
Ella vive en una casa campestre a unos pocos kilómetros en medio del bosque.
Es joven tiene 23 años, y un novio.
Robert suele ir de noche y mirar por las ventanas de esa morada a la joven que hace una vida normal. Y eso, ese espionaje furtivo que no involucra sexo, ni desnudez alguna, complace Robert que es perfectamente consciente de su falta y de lo incorrecto de la situación.
Patricia Highsmith la autora, plantea este panorama en las primeras decenas de páginas de su novela "El grito de la lechuza" que se editó por primera vez en 1962.
Uno al leer percibe ese dejo de indecencia o perversión que Robert no puede evitar.
Para mi gusto en la primera mitad de la novela, la autora comenta muchas cosas secundarias que involucran hechos o personajes que no son centrales, y enlentecen la historia sin sentido.
Pero este inicio no obstante atrapa, sin violencia o peligros inminentes el lector es enganchado por el vínculo que se genera entre estos dos personajes principales.
Busqué el pueblo donde vive Robert, y que se llama Langley, no pude hallarlo sobre el rio Delaware, estimo que es inventado. Por alguna referencia a la guerra de Corea, estimo que todo pasa a principios de la década de 1960, además hay operadoras telefónicas que enlazan algunas comunicaciones.
Robert y Jenny son los protagonistas.
El libro que leí tiene 317 páginas, en las primeras es toque inmoral hace que el lector se interese. Y luego de un giro argumental vinculado a la reacción de la joven observada, el tono de peligro se pierde, y el relato se torna más como digno de un melodrama centrado en vínculos personales dignos de una telenovela.
El texto es claro y para nada rebuscado, pero la autora hace figurar varios personajes menores y hechos intrascendentes que, para mi gusto, empantanan el relato.
Alrededor de la página 120 me planteé dejar de leer ante la falta de algo atrapante, yo esperaba algún misterio, crimen, intriga. Alrededor de la página 140, un poquito antes de la mitad de la novela, hay un hecho algo violento que engancha un poco más, y empieza a agregar tensión.
Yo esperaba leer una novela policial con algún hecho intrigante que implicara un misterio a resolver, lo que Highsmith plantea es en cambio una trama donde lo principal son las relaciones entre los protagonistas, enamoramientos, celos, rencores, dudas, muy creíbles en la vida real, pero que cautivan poco pues no hay un gran conflicto.
Esa inicial alusión al voyersimo del protagonista se va diluyendo, y el argumento parece más orientado al de una telenovela de televisión, con desencuentros, enamoramientos y amores no correspondidos, odios disimulados, pero sin la exageración latina en medio y con un tono más deprimente.
El relato se extiende un poco con aportes menores que podrían ser totalmente evitables y no alterarían el nudo de la historia.
Hay que leer más de la mitad de la novela, alrededor del sesenta por ciento, para que el género negro, oscuro, depresivo, aparezca.
A partir de ahí la narración atrapa mucho más, y hace fácil llegar al final.
Me preguntaba por el título de la novela, su significado, y vi que la palabra lechuza aparece dos veces en el texto. La segunda es la que importa pues la autora la hace presagiar la muerte.
De todas formas, como nombre me pareció malo, pues no da idea de la historia, no indica algo relacionado al género, no transmite nada, varias de las portadas también siguen esa idea, varias simplemente ponen una lechuza, lo que en mi criterio es pobre.
Las que busqué, pego mis preferidas, son las que dan una idea del argumento, hay muchas también son bastante poco ilustrativas, no describen nada, incluso en inglés.
En general la historia me pareció original, más allá de que hay actitudes importantes de los protagonistas que me resultaron inverosímiles, (la reacción de Jenny al conocer a Robert; la visita alcoholizada a la casa de Robert en el epílogo, la actitud socarrona de todos los policías).
Aunque en principio poner como figura principal a un mirón podría dar a entender que el tono pervertido se va a mantener, no es así. No hay sexo, ni insultos o perversiones, pero claro sí hay segregación y desprecio social ante las sospechas de inmoralidad. Y aunque no hay foco en depravaciones importantes, tampoco me parece para adolescentes.
Si bien en el tercio final hay crímenes y sangre, los policías no son los protagonistas.
Las vivencias de Robert son las que cuenta la autora la mayor parte de la obra. Lo que importa son las sospechas sobre él, y cómo pesan sus antecedentes socialmente.
El vocabulario es claro y simple, se lee velozmente.
Como no es larga no me pareció pesada para finalizar, tampoco creo que sea una gran obra.
Si tuviera que clasificarla diría que es una novela con crímenes, sombría, tenebrosa, que gana ritmo solo luego de la mitad..
El final me resultó muy abrupto, repentino, y hubiera apreciado una o dos páginas más, contando un poco de lo que sigue, lo que pasa cuando se seca la sangre.
Para mí merece 6 yenes.
Apostillas
Estos son los personajes secundarios que más pesan.
Ligados a Robert Forester :
- Jack Nielson y su esposa Betty; (él es compañero de trabajo y amigo).
- Nickie Jurgen y su esposo Raph, (ella es la exesposa de Robert, es un personaje clave)
- Peter y Edna Campbell, (amigos de años de Robert).
Ligados a Jenny:
- Greg Wyncoop, (el novio y el tercer personaje en importancia)
- Sussie Escham (amiga)
- Naomi y Dick Tesser (amigos).
