La fui a ver el miércoles pasado. Esperando ver algo diferente al repetitivo cine yanqui, que parece que últimamente sólo apunta al público imberbe. Es una película brasileña del año 2007.
Es muy cruda, original en su ambiente, los morros con favelas alrededor de Río de Janeiro.
Un capitan de la BOPA, un batallón de operaciones especiales de la polícia militar, es el que relata la historia en primera persona desde la visión de un oficial de derecha, bastante facho y que desprecia profundamente a los policías corruptos y a los traficantes de droga y a los consumidores.
Son los policías a los que llaman los policías normales cuando están en apuros.
En ese relato en primera persona describe también las vidas de dos agentes de la corrompida policía tradicional .
En la primera parte se describe la corrupción en la fuerza con uniforme azul, y como todos se roban entre todos, en la segunda parte como se entrena y mentaliza y deshumaniza a los integrantes del BOPE, el grupo de élite que viste de negro.
Son casi un comando para combatir en batallas urbanas, pero se comportan como si fuesen paralimilitares y estuvieran más allá del derecho.
Entran a las villas, disparan a todo aquello que lleve armas, torturan como parte de una política habitual, obtienen lo que buscan, fusilan si quieren, y se retiran.
Hay bastante acción y el final llega de repente, es un poco inesperado y no deja una sensación alegre. Y no es que sea malo.
La dirección no me agradó mucho, movía la cámara demasiado en algunas escenas de acción, y a mi en lugar de darme sensación de realismo me hacía acordar a la madre del director José Padillha
Pero pintó muy bien lo corrupto de la policía, donde el que no se vende, se calla, o va a la guerra. En esos empleados estatales, vagos, mal preparados, sólo interesados en su curro, sin que les importe su función y la gente que les paga el sueldo, no puede evitar ver a los empleados estatales argentos.
Además hay muy pocas tomas aéreas del ambiente que es increíble, colinas todas llenas de casas de ladrillos huecos, pobres, sin terminar, casi sin calles, casi como un laberinto cruzado por senderos finos que son de todo menos rectos.
Llenas de gente y pibes por todos lados.
La música me agradó, en los títulos, es como un rap en portugués cruza con un rock pesado.
Algo llamativo es que al inicio y al fin de la película tienen auspiciantes que ponen sus logos a modo de propaganda.
Me gustó como para darle 8 yenes y recomendarla sólo a adultos por su crudeza y violencia.
El sitio oficial del filme por acá.
Uno más humilde de la distribuidora UIP pero en español, acá.
Un avance en youtube de dos minutos y medio, por aquí.
A partir de mi comentario Lole me había recomendado ver otro filme en este ambiente, llamado Ciudad de Dios.
Y Orión había aclarado que el de este tema ganó un Oso de Oro en el Festival de Berlin de este año.