En los primeros 10 minutos nadie habla. El director nos muestra un muy rural, amplio, inabarcable, solitario, húmedo y gélido entorno de Islandia, la granja donde viven los dos protagonistas, María e Ingvar, que crían carneros y ovejas bajo techo, en una vida sosa de trabajo duro.
Uno no ve Islandia todos los días, pero me empecé a aburrir cuando el director me mostró un gato comiendo de su taza en el piso, o a un tipo lavándose las manos desde que abre la canilla y se enjabona hasta que se enjuaga...
El ritmo lento del inicio me predispuso mal y el estilo del director también.
Usa muchos grandes planos amplios que muestran todo, con la cámara estática y casi sin emplear acercamientos, pero extiende tanto las escenas, que muchas veces son triviales, sin nada trascendente, que no pude dejar de fastidiarme.
Pasaron 20 minutos hasta que uno empieza a ver que la pareja actúa distinto con el último cordero que ayudaron a parir.
Y luego de 17 minutos más, uno entiende el motivo del trato especial que le dan.
Sí,
hay que esperar más de media hora para intrigarse con algo.
Pero el ritmo demasiado lento se mantiene, hay una escena de 60 segundos donde alquien se limpia la cara con un trapo, sí, por más que sea sangre, es demasiado lento. Hay un plano con un perro mostrado de espaldas mientras mira a una puerta durante 13 segundos, en los que no pasa nada, y es seguido por otro plano de un gato mirando por una ventana otros 5 segundos.
A partir de los 45 minutos ya hay más intriga y se torna más llevadera.
Es un filme de pocos actores, ninguna superproducción, aunque tiene efectos especiales, si tuviera que clasificarlo en un género diría que es del fantástico, con un toque de drama y otro de suspenso, pero para mí no es de no de acción, ni de terror. Creo que es para adultos, la escena de la parición de las ovejas nunca la mostrarían tran cruda y realista en una producción anglosajona.
Sentí que el argumento no es malo, creo que
lo peor no es la idea central de la historia, sino el ritmo demasiado lento y sin tensión del relato, que lo hace tedioso. Dura 1 hora 46 minutos, creo que le sobran como 20.
Los actores me parecieron adecuados, y Noomi Rapace, la protagonista, también fue productora ejecutiva.
Fue filmada en Islandia y estrenada el año pasado.
El avance promete algo que el desarrollo de la obra no satisface, y ahora luego de ver todo, creo que le sobra una escena de un segundo, que adelanta 40 minutos del argumento al menos.
El final es brutal y perturbador, muy inesperado, enormemente inusual, explica un aspecto clave de la trama, y es una revelación impactante. Fue lo que más me valoré de la película, lástima que para llegar a él haya que sufrir un desarrollo soso.
Creo que merece
5 yenes.