Tomohiro Nishikado en 1977 tenía 33 años, era programador, y como muchos otros jugaba un título que quería ser tenis moviendo paletas que golpeaban una pelota en un televisor en blanco y negro, (supongo que sería algo como Pong).
En las casas de juegos electrónicos vio Breakout, donde había un solo cursor que se podía mover para pegarle a una pelota que golpeaba sobre ladrillos en la parte superior de la pantalla.
"Ya había desarrollado algunos juegos, y quería hacer algo que fuese mejor que esto. Me di cuenta que lo divertido sobre Breakout era el sentido de éxito cuando finalizabas un nivel eliminando un número de blancos. En ese tiempo habíamos oido buenas cosas sobre La Guerra de las Galaxias, entonces pensé que sería una buena idea dispararle a alienígenas" dijo el nipón.
Y esa idea originó las 5 filas de naves pixeladas que bajaban por la pantalla hacia el cañón laser y representan hoy en día un gran juego clásico, Space Invaders.
Esta foto es la del creador nipón del año 2003.
Cuando Space Invaders llego en 1978 a las casas de juegos japonesas fue una sensación a tal punto que el gobierno japonés en un momento tuvo que emitir monedas de 100 yenes ya que las cajas de las máquinas quitaban muchas de circulación.
Pero Nishikado quería que fuese más veloz y más colorido, no estaba satisfecho, la tecnología no se lo permitía.
Fuentes: timesonline.co.uk, y digg.com.
Así que disparen una salva en bits, conmemorativa de los 30 años del clásico que ayudó a popularizar como pocos la diversión en píxeles.